Su nombre es Álvaro Calvo González, aunque él prefiere que le llamen Varoc. En el caso de Varoc, estamos ante un niño con TDAH (Trastorno de déficit de atención e hiperactividad) que, con apenas diez años, se sintió especialmente atraído por la música electrónica y decidió que no pararía hasta hacerse con un hueco en ese mundo tan difícil.
Y así ha sido. Con apenas doce años ya ha pinchado en festivales tan importantes como A Summer Story, el Ünder Fest e incluso ha sido cabeza de cartel de una noche en el local de moda de Madrid, el Panda Club.
Un don especial
El artista Mendezismz fue el gran descubridor de un niño «con un don especial para la música electrónica». Según explicaron sus padres a Periódico de Ibiza y Formentera ya desde niño apuntaba maneras. «Se metía en su habitación e imitaba los vídeos que veía por Youtube y un día vimos que se había hecho sus propios platos con cartones. Era lo que a él le apasionaba».
El proceso fue muy rápido. Después de recibir clases de Mendezsismz y gracias al impulso de artistas reputados como Abel The Kid, Jose de Mara y Crusy, la «maña» del pequeño en la mesa de mezclas ha ido creciendo a pasos agigantados. Parece que la música solo le ha traído cosas buenas.
Su palmarés se amplió con su ingreso en Showland Academy, donde aprendió la técnica de los DJ y dio sus primeros pasos.
El Ünder Festival, donde pinchó recientemente, le sirvió para reafirmarse en la idea de que ese es su mundo. Y también «para conocer a sus ídolos».
Pero Álvaro ya vuela solo. De hecho, ha venido a la isla para hacer dos sesiones en radio, una de ella en la Ibiza Global Radio, colaborando con Dj Villalta y que ha sido un rotundo éxito.
Hace poco ha acabado su primer tema, que saldrá en el mes de septiembre y que cuenta con influencia de un artista muy conocido pero que no ha querido desvelar.
Sin embargo, Álvaro prefiere definirse como un niño normal -cuyo trastorno no le ha impedido desarrollar sus habilidades- al que le gusta mucho «montar en BMX» y compagina perfectamente su incipiente carrera en la música con los estudios, a los que «dedica mucho tiempo y siempre antes que cualquier otra cosa».
Lo que más le gusta de la música, sin duda, es «como se siente cuando está pinchando y tiene contacto con los que le están escuchando», afirma con los ojos llenos de ilusión.
Sus padres, orgullosos, siempre han estado a su lado. «Al principio te quedas descolocado porque relacionas este tipo de música con el mundo de la noche» , explican. Pero quieren trasmitir la idea de que ser DJ es «un hobby más para cualquier niño, igual que jugar al fútbol»
Actualmente, la joven promesa de la música electrónica sigue formándose en la materia de la que quiere vivir e introduciéndose «poco a poco en ese mundo». Sin duda, oiremos su música muy pronto.