Vehículos y material necesario para una respuesta inmediata ante un gran incendio u otra catástrofe natural. Eso es lo que garantiza la avanzadilla que dispone la Unidad Militar de Emergencias (UME) en la base de Sa Coma. Esta unidad especializada cuenta con medios específicos y preparación muy especializada, tanto a nivel técnico como físico y psicológico, para enfrentarse a las distintas situaciones.
Este grupo se integra dentro del sistema nacional de protección civil, «como un elemento más a disposición de las comunidades autónomas», explica el brigada Jose Ramón Gómez, miembro del tercer batallón de la unidad militar de emergencias y supervisor del cambio de turno que tuvo lugar el 15 de agosto en el destacamento de Sa Coma.
Su principal función es la de garantizar el refuerzo de la protección civil y homogeneizar la cobertura para todas las comunidades en caso de necesidad, independientemente de su distancia respecto de la sede central, situada en Valencia.
En el caso de Baleares, son requeridos por el Gobierno autonómico a través del delegado balear para reforzar su sistema de protección civil tanto para incendios, como en inundaciones o en cualquier otro tipo de situación de riesgo extremo.
Por el momento, la UME no ha tenido que intervenir en Baleares este año. Aunque desde el 2007 han actuado en 12 ocasiones; 7 en Mallorca, 3 en Ibiza, 1 en Formentera y 1 en Menorca. Sin duda, «los peores en los que intervinimos fueron el incendio de Andratx y las inundaciones del año pasado en Sant Llorenç», recuerdan los militares.
Gran parte de los medios establecidos para la campaña estival de 2019 han sido desplegados anticipadamente desde el día 15 de abril en todas las islas para dar respuesta al riesgo especial que presentan este año los bosques, teniendo en cuenta la ausencia de precipitaciones que ha tenido lugar a lo largo del invierno pasado y esta primavera.
En el caso de Ibiza, la UME cuenta con un destacamento en las instalaciones de Sa Coma desde 2012. Hasta entonces, dependían de los horarios de las navieras para poder poner medios sobre el terreno en la isla, por lo que podían tardar hasta 14 horas en llegar.
Aquí poseen una flota de 6 vehículos terrestres cuyo coste oscila entre los 150.000 y los 200.000 euros cada uno y que permiten que el tiempo de reacción de la UME se reduzca a un máximo de tres horas, las que se requieren para movilizar a los soldados en su base de Bétera (Valencia) y traerlos a la isla en helicóptero.
En el destacamento de Mallorca cuentan con el doble de medios que aquí, más de una docena de vehículos perfectamente equipados, mientras que en Menorca hay un pequeño almacén de herramientas y provisiones. Por su parte, en Formentera no hay nada, aunque los militares reclaman un «pequeño almacén de aprovisionamiento para facilitar operaciones».
Medios disponibles
En este sentido, en el caso de ser necesario, desde la base en Valencia se dispondría de un helicóptero presto para salir y otro disponible en una hora, acortando el periodo de activación.
También a su disposición tienen medios navales. En uno de sus buques, caben unos 12 vehículos que amplían mucho la capacidad de respuesta, dado que todos transportan muchísimos medios, tales como material de desescombro o herramientas ligeras. Entre ellas, la «niña bonita de la UME», la autobomba IVECO, que bombea unos 320 metros cúbicos la hora y a la que apodan «noria», por su capacidad «espartana» para recoger agua y desplazarse por cualquier tipo de terreno.
Su modus operandi no da opción a errores; sus plazos de actuación son, como máximo, de cuatro horas.
En cuanto los organismos gubernamentales dan la voz de alarma, se moviliza un primer elemento consistente en un pelotón de unos 16 militares que se desplazarían hasta el destacamento más cercano en unas dos horas, y desde allí, se trasladarían hasta el lugar de la emergencia, para someterse al mando del director de la situación.
El retén está en la isla durante toda la campaña de riesgo alto de incendio, aunque los militares se relevan cada tres semanas. Los tres nuevos integrantes que han llegado para hacer el cambio de turno R. Santos Mira, el cabo J. Alventosa y H. Martínez Lozano, se dedicarán al mantenimiento de instalaciones y vehículos realizar simulacros, maniobras para conocer los accesos, las pistas forestales, conocer el terreno, los medios de emergencia con base en la isla y, con ellos, unificar los criterios de actuación y ver los protocolos para que, en el caso de tener que actuar conjuntamente, poder coordinar correctamente.
Se alojarán en una parte reformada del antiguo cuerpo de guardia de Sa Coma, donde se han habilitado dormitorios para 10 personas.
Ellos serían los encargados de desplazar los medios disponibles hasta el puerto para embarcarlos hacia su destino final, en caso de declararse el estado de emergencia y ser requeridos.