Pese a que el sol salió reluciente y con brillo, el fuerte viento de poniente recordaba a los asistentes que todavía no ha llegado la primavera aunque las flores digan lo contrario. Pocos eran los asistentes que se acercaron a primera hora a la feria de artesanía en el Día de Balears y es que un domingo remoloneando en la cama nadie lo perdona.
La cita contó con una nutrida representación de políticos ibicencos como la consellera de Presidencia del Govern, Pilar Costa, el presidente del Consell d'Eivissa, Vicent Marí, y sus respectivos consellers (Mariano Juan, Javier Torres, Sara Ramón o María Fajarnés, entre otros) y casi todos los alcaldes de los municipios de la isla (Antoni Marí Carraca, Carmen Ferrer, Josep Marí Ribas Agustinet y Marcos Serra). Al evento faltó el alcalde de Vila, Rafael Ruiz, se ausentó y en su lugar acudió el segundo Teniente de Alcalde, Aitor Morrás. También acudieron miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado como el comandante de la Guardia Civil de Ibiza y Formentera, Enrique Gómez, o el comisario de la Policía Nacional, Manuel Hernández, y representantes de la patronal como la presidenta de la Federación Hotelera de Ibiza y Formentera (Fehif), Ana Gordillo, entre otros.
Tras las formalidades del discurso institucional, una sonada de castañuelas sacó fuera del salón principal del edificio a la ‘sobria' concurrencia que allí se dio cita. Una vez fuera, la Colla de Can Bonet empezó su actuación de ball pagés y, cuando los especialistas acabaron su ballada, algunos políticos se arrancaron a demostrar su pericia con el baile folklórico.
Esta era una demostración más de que en días como estos la corbata, el cargo y el carné de partido sobran y la política de bloques deja paso a la conversación distendida, con sonrisas, comentarios y preguntas sobre cómo va la familia y los más allegados.