El Consell d'Eivissa está ultimando la contratación de la gestión de un albergue provisional para acoger a personas sin techo en el pabellón de sa Blanca Dona, un servicio que estará en marcha «en cuestión de días», con motivo del estado de alarma por la crisis del coronavirus.
Según informó ayer la institución insular, la medida había sido anunciada por el presidente, Vicent Marí, y se estaba a la espera de tener los equipos humanos necesarios para atender correctamente a los usuarios.
La instalación consiste en la habilitación de 30 camas, ampliables a 50, separándose los espacios para hombres y mujeres. Además, habrá un acceso a baños y los usuarios tendrán servicio de comedor. Los agentes sociales y cuerpos de seguridad serán los encargados de informar sobre el servicio a las personas que lo quieran utilizar.
También se ha habilitado un espacio separado por si hay sospechas de algún caso de contagio de COVID-19 y se ultiman las medidas de seguridad para el personal encargado del servicio.
El Consell ha cedido también a Can Misses diverso material para habilitar el antiguo edificio como hospital. En total, ha donado cuatro mesas con sillas, tres armarios, siete ordenadores y cuatro impresoras, y tiene previsto adquirir electrodomésticos.