Además, el Ayuntamiento que preside Rafa Ruiz busca "no destruir más empleos y que el sector de la construcción no tenga que sufrir otra parada". Eso sí, según la nota de prensa, la medida "estará condicionada a la normativa superior respecto de los trabajos que se pueden realizar en cada momento y las medidas de seguridad que sea obligatorio adoptar el sector".
El Ayuntamiento de Sant Josep no aprobará este año la paralización de las obras en las zonas turísticas del municipio a partir del 1 de mayo, una medida que tradicionalmente suponía detener esta actividad prácticamente en todo el término municipal durante un período de cinco meses y medio. Según se recoge en el comunicado, el consitorio toma esta medida "ante la difícil coyuntura económica que se prevé para los próximos meses, especialmente en el sector turístico, el equipo de gobierno ha optado por permitir las construcciones como norma general para favorecer la actividad económica en el municipio".
"Con esta medida se busca minimizar la destrucción de empleo que podría suponer la caída drástica de visitantes que se pronostica para los próximos meses de verano, dado que aún pueden estar en vigor las restricciones al movimiento de personas en algunos de los países emisores de turistas hacia nuestra isla", aseguran.
Además, aseguran que, aunque no se decretará la paralización general de las grandes obras, se estudiará cada caso para evaluar su posible impacto en el sector turístico del entorno, tratando de conciliar ambas actividades mediante las medidas de mitigación de ruidos y molestias que se consideren en cada caso. De este modo, la actividad del sector de la construcción se verá sometida sólo a las medidas que se puedan decretar desde el Gobierno, dentro las regulaciones que se van emitiendo sobre las actividades permitidas en función de la evolución de la pandemia.
Con esta medida, Sant Josep quiere facilitar el trasvase de trabajadores de un sector que puede sufrir un fuerte descenso este año hacia otro que, a pesar de no tener la misma capacidad de generar empleo, puede contribuir a compensar parte de las consecuencias de una eventual quiebra del turismo.
También cree el equipo de gobierno que «esta situación de menor actividad turística es una oportunidad para terminar inversiones importantes que de otra manera deberían quedar parados durante meses», como ha dicho el concejal de Urbanismo, Angel Luis Guerrero.