Las obras de la carretera de Santa Eulària se mantendrán en suspenso, a pesar del reinicio de la actividad del sector de la construcción. Tampoco se han reanudado las obras de modificación de las ronda de Ses Païses y de reasfaltado de la E-10. Según explicaron ayer desde el Consell, la suspensión se mantendrá mientras no sea posible garantizar las medidas de seguridad de los trabajadores y se restablezca el suministro suficiente de materiales.
El conseller de Infraestructuras Viarias, Mariano Juan, indicó que la suspensión está basada legalmente en el decreto del estado de alarma del pasado 14 de mayo. En él se establece que si la empresa contratista demuestra la «imposibilidad» de poder llevar a cabo los trabajos, la Administración Pública está obligada a decretar la suspensión y asumir los costes que se deriven de la misma.
En el caso de las obras de la carretera de Santa Eulària, las direcciones de salud y obra manifestaron que era imposible mantener las medidas de seguridad para el mantenimiento de la salud de los trabajadores y que, debido a la falta de suministro y la dificultad de desplazamiento de las empresas subcontratadas, era imposible mantener los trabajos con normalidad.
El principal problema en este aspecto es la imposibilidad de establecer una planta asfáltica para iniciar las tareas de asfaltado de la carretera.
Los últimos trabajos que se realizaron, entre el 23 y el 30 de marzo, fueron las obras para el drenaje de la carretera con la excavación y hormigonado de cunetas.
Estaba previsto que la carretera estuviera finalizada en el mes de junio. Sin embargo, dadas las circunstancias, desde el Consell indicaron que se tendrá que replantear la programación.
El resto de obras, en las que no existen tantos problemas para mantener las medidas de seguridad, la reanudación se producirá cuando la dirección de obra considere que existe disponibilidad de material y personal suficiente.