Palabras como «oportunidad», «creatividad» u «optimismo» salieron ayer a relucir en el seminario web ‘Resiliencia del sector turístico en Ibiza: reinventarse o morir', organizado por la Asociación Española de Directores de Hotel. Ante un escenario catastrófico el objetivo es sobrevivir, pero sin hipotecar el futuro y si puede ser salir con más fuerza, algo que implicará que todos los operadores del sector actúen de forma coordinada.
«Se nos brinda la posibilidad de trabajar para conseguir cualquier escenario posible y salir todavía más fuertes», consideró Daniel Carretero, director de la consultora turística Activa Rooms, algo que implicará un «compromiso como destino».
A corto plazo quiso darle la vuelta a ciertas desventajas, como el hecho de ser un destino insular al que es más complicado llegar desde la Península, pero también ofrece la oportunidad de controlar mejor la entrada de personas y tener mayores garantías de seguridad respecto al contagio.
Todos los panelistas resaltaron la necesidad de mirar más allá de este año y elaborar una estrategia a medio plazo, para lo que será necesario ayuda financiera.
El vicepresidente de la Federación Hotelera de Ibiza y Formentera, Juanjo Riera, fue muy claro, «sobrevivirán aquellas empresas que tengan solvencia, la falta de liquidez significará caer».
Es por ello que destacó la importancia de tres aspectos: que se puedan prolongar los ERTE más allá del final del decreto de alarma, reducciones y exenciones fiscales de las entidades locales (que ya han acordado el Consell y los ayuntamientos) y la línea de créditos ICO lanzada por el Gobierno.
Mejora del destino
Entre los aspectos a mejorar del destino, todos los intervinientes mencionaron la importancia de cuidar el entorno natural.
El gerente de Ocio de Ibiza, José Luis Benítez, señalaba que la situación actual es una oportunidad para gestionar mejor el medio ambiente y, por ejemplo, evitar excesos de la construcción que puedan hipotecar el futuro del destino.
En esa dirección, Riera apeló en sus conclusiones a la importancia de impulsar la nueva estación depuradora de Vila, paralizada por cambios en el recorrido de las canalizaciones que implican nuevas expropiaciones de terrenos. «No podemos seguir vertiendo nuestros deshechos al mar», alertó.
En cuanto al refuerzo de la imagen de Ibiza, el CEO de Concept Hotel Group, Diego Calvo, resaltó la importancia que tendrá la creatividad para dar la mejor experiencia a los clientes. «No será posible servir un margarita como antes», apuntó, algo que no quita trabajar para ofrecer la mejor experiencia.
Cuidado con los precios
El CEO del motor de reservas Neobooking, José María Ramón, apuntó a una bajada de los precios de las habitaciones entre un 10% y un 15%, pero alertó que «no hay que volverse loco con la bajada de precios». Señaló que por más baratas que se pongan las habitaciones, este año la demanda será escasa y una bajada excesiva implicaría alargar el proceso de recuperación.
Para Juanjo Riera será importante reducir costes, pero siempre teniendo preservando el nivel de servicio.
A pesar de cualquier estrategia, consideró que el punto de no retorno es septiembre. Estrategias como ‘Move your spring' han permitido mantener cierto número de reservas, pero para muchos hoteles será necesario operar en julio o agosto para que sea rentable abrir. Más allá de esa fecha pocos serán los que puedan obtener beneficio este año y ya habrá que aguantar hasta 2021.
EL APUNTE
Crear un portal de venta ‘online' ibicenco
Entre las oportunidades de futuro, se planteó la posibilidad de crear una OTA (Online Travel Agency) en la que participaran todos los hoteles de Ibiza. El CEO de Neobooking, José María Ramón, indicó que técnicamente no habría ninguna dificultad para crearla y sería algo «rápido». Insistió en que su puesta en marcha requeriría que participaran todos los comercializadores de camas de la isla y en que la mayor dificultad radicaría en la estrategia de marketing digital. De querer ponerlo en marcha la oportunidad sería «ahora o nunca», señaló. Esta alternativa ofrecería una vinculación más directa con el cliente final y permitiría un mayor control de la oferta.