Las furgonetas del rodaje del cortometraje ‘La vida islados' van llegando a la plaza del Sol de Dalt Vila. El director insular de Turismo, Juan Miguel Costa Costa (Jesús, 1977), se acercó a seguir de cerca la segunda jornada de rodaje en Dalt Vila, el pasado viernes, por tanto antes del anuncio de ayer de la apertura de fronteras UE el próximo 21 de junio. Entre escena y escena dedicó un rato a Periódico de Ibiza y Formentera para hablar sobre las perspectivas turísticas de este verano o la nueva estrategia de comunicación. El departamento que dirige es probable que se enfrente al mayor reto de su historia.
—Palladium abrirá el 26 sus puertas para participar en el plan piloto del Govern, ¿cómo cree que funcionará? ¿Cree que se confía en que venga clientela sin turoperación?
—Dudo mucho que Palladium esté abriendo pensando exclusivamente en el plan piloto. Creo que Palladium lo está haciendo por iniciativa propia y hará una campaña fuerte de marketing. También para decir que Ibiza está funcionando antes del 1 de julio. Pero no sé si están totalmente metidos en el plan piloto como sí lo están en Mallorca. Es verdad que hace tres semanas ellos ya se postularon. Nosotros recibimos también la llamada del Govern y les dijimos que nos parecía una buena idea. Esta iniciativa pondrá en el mapa turístico a Balears antes de que empiecen a operar internacionalmente los vuelos. Pero como el Govern no se movió mucho, porque lo tenía todo más o menos cerrado con Mallorca, ahora no hay tiempo de que Ibiza trabaje con turoperadores. La jugada en esto era la foto en el aeropuerto con los primeros turistas internacionales antes del día 18, cuando abren Grecia y Portugal.
—Vicent Marí se quejaba esta semana de que este plan se ha pensado solo para Mallorca, ¿en qué medida ha participado el Consell?
—En ninguna y es una lástima. Si a nosotros nos dicen que empujemos con turoperadores, lo habríamos hecho. Pero nosotros estábamos pendientes de como evolucionaba el proyecto del Govern, porque eran ellos los que lo estaban sacando todo adelante.
—¿Cree que realmente tendrá impacto la llegada de turistas a finales de junio a Ibiza?
—Impacto tendrá seguro. Al fin y al cabo estamos hablando de los primeros turistas que llegan a Ibiza. Pero no tendrá un impacto tan potente como la llegada el día 15 a Mallorca. La “jugada maestra” era esta, ser los primeros de Europa en recibir turistas. Que vengan el 26 ya está bien, porque también es avanzar la temporada antes de julio para comenzar a rodar.
—¿Están preparados los hoteles de Ibiza para recibir turistas en la actual situación?
—Los hoteles han sufrido una gran incertidumbre hasta hace bien poco, porque no estaba bien definido el funcionamiento de los ERTE. A ellos les preocupaba mucho este tema porque era muy complicado abrir y tener que poner en marcha a toda la plantilla con una ocupación baja. Desde el momento que esto se ha solucionado, la gran mayoría están por la labor de abrir. Es cierto que sigue habiendo mucha incertidumbre. Nuestro primer mercado emisor es el británico, que va con tres semanas de retraso con respecto a nosotros. Su cuarentena creo que dura hasta el 28 y todavía tienen que decidir si después siguen con esta cuarentena o la suspenden. Nosotros nos estamos jugando buena parte de la temporada con esta decisión. Las compañías aéreas se empiezan a mover, TUI Reino Unido ha anunciado que a partir del 10 de julio volará, Jet2 que a partir del día 15. Esto supone que pasen dos semanas desde que se reinicie el turismo en España.
—Todos los países están incentivando el turismo nacional, ¿Ibiza está preparada para este escenario de turismo patriótico?
—Nosotros ya hemos empezado a trabajar con el turismo nacional, es el primer turismo emisor que hemos buscado porque era el que pensábamos que mejor estaría y el que primero podría moverse hacia la isla. Por tanto sí que pensamos que el turismo nacional tiene que tener un peso importante. Lo que pasa es que el turismo nacional que podamos recibir no compensará el turismo internacional que dejaremos de recibir. Además, todas las comunidades autónomas están pescando el mismo río. Eso, además de lo que decías, a nivel internacional los distintos países han lanzado sus campañas para que su ciudadanos se queden en su país. Italia por ejemplo dará un bono turístico para aquellos italianos que pasen las vacaciones sin salir de sus fronteras.
—¿Puede suponer este año un handicap mayor el ser una isla?
—Aquí tenemos dos aspectos, uno bueno y uno malo. Ser una isla ha favorecido que hayamos tenido una incidencia escasa de la pandemia. Todo ello sin quitarle importancia a que ha habido 12 muertes por este virus, no lo debemos olvidar. Pero en general podemos decir que somos uno de los lugares menos golpeados por el virus y eso nos convierte en un destino seguro. El otro aspecto, y es algo que me preocupa, es que la conectividad sea muy cara. Si a una persona de Madrid le sale muy caro el billete, por muy seguro que sea venir a Ibiza, seguramente se vaya a otros destinos de playa a los que pueda llegar en coche.
—¿Qué conectividad tiene prevista Ibiza a partir de julio?
—Tenemos la seguridad de que la reprogramación de las compañías aéreas ya se está haciendo. Aena nos dice que tendremos en torno a un 30% del volumen de aviones que tuvimos julio de 2019. Este es el dato de esta semana, aunque es algo que fluctúa mucho estos días. Pero más o menos esperamos eso, en torno a un 30% de las conexiones que teníamos el año pasado.
—¿Y la previsión para agosto?
—A mí lo que más me preocupaba era empezar en julio. Si empezamos a caminar en julio quizás podamos correr un poco en agosto. Si julio se nos hubiera atascado agosto sería muy malo. Hablar de porcentajes a tanto tiempo vista es complicado, pero creo que podemos estar en torno al 50% o 60%. Pero dependerá de muchas variables. Hay que trabajar también la seguridad para que todo funcione.
—¿De dónde salen estos 1,6 millones que el Consell destinará a promoción turística?
—Estos 1,6 millones de euros no se han quitado de ninguna partida destinada a otras cosas. Esta cantidad de dinero ya la teníamos prevista para promoción turística y lo que hemos hecho es reorientarla a este plan de emergencia con medidas directas para afrontar la crisis de la Covid-19. Teníamos mucho dinero que se había dejado de gastar para promoción en ferias, actividades con turoperadores y demás. Todos esto estamos intentando reinvertirlo para potenciar el turismo este año y arrancar de cara a 2021. Empezamos con un plan de choque para 2020, pero la inercia nos tiene que llevar a 2021, que ya se está vendiendo. De hecho nos decían los hoteleros que estaba funcionando mejor 2021 que este año. Ahora ha cambiado la tendencia y comienza a haber más movimiento de reservas. El objetivo este año es poder alargar la temporada, llegar a octubre y noviembre. Luego en 2021 queremos que se inicie la temporada en marzo en vez de finales de abril y mayo. Esto conlleva hablar con turoperadores y compañías aéreas. Con hablar me refiero a plantear un contenido de actividades en la isla e incentivar que se aumenten las frecuencias o que incluso se inicien nuevas.
—Uno de los gastos importantes es el de este video promocional que costará 250.000 euros, ¿no es demasiado?
—Hay que tener en cuenta que ese presupuesto no implican únicamente la producción del vídeo. No estamos locos. Es la inversión en un plan de medios digitales y audiovisuales. Empezamos a trabajar en esto hace varios meses y hace un mes lanzamos la primera fase, que está incluida en el presupuesto. Hablamos de publicidad, hablamos de campañas en redes sociales, de 30 personas involucradas en el rodaje pero muchas más con el trabajo de promoción en redes sociales y campañas de Google en cinco países además de España. Todo esto comporta un gasto importante. El presupuesto engloba todo esto, la pieza audiovisual es una parte pequeña de todo lo que se está haciendo con esta palanca de promoción. Además del equipo de 30 personas, cinco han venido de fuera, pero el resto es gente de aquí. También buscábamos eso, poner nuestro grano de arena en la reactivación del sector audiovisual y de todo lo que va alrededor de esta pequeña producción. Además, lo bueno que tenemos es que aquí hay mucha gente muy buena a nivel internacional que vive en Ibiza.
—¿Cómo se lanzará este vídeo? ¿Será un lanzamiento conjunto en seis países?
—La idea es poder usar cápsulas de este vídeo en 2020 para que sea el vídeo de cabecera de 2021. Poder ir a las grandes ferias con esta pieza audiovisual. Queremos aprovecharlo estos dos años e incluso que se pueda convertir en una saga de vídeos que la gente espere cada año, si tiene la repercusión que esperamos que tenga.
—¿Aprovechamos suficiente nuestro patrimonio de la humanidad?
—Creo que lo promocionamos mucho, pero a lo mejor no lo sabemos trasladar fuera. No nos pasa solo con el patrimonio también nos pasa con otros productos que tenemos en la isla. Tenemos un producto que difumina los otros tan buenos que tenemos. Hablar de wellness, de deporte o de patrimonio implica ir a foros específicos. Cuando vas a la masa, el sol y playa y el ocio difumina todo lo demás. Cuando el turista llega es cuando descubre una gran variedad de productos. Lo bueno que tenemos aquí es que en muy poca distancia puedes vivir experiencias muy distintas. Eso algo de lo que intentamos trasladar y quizás este año suponga un punto de inflexión. Este año es poco probable que haya discotecas y es por ello que hay que buscar otro target. Ahora lo estamos enfocando a familias, turismo saludable, destino seguro y sostenible. Tenemos que potenciar todas estas patas.
—¿No habrá discotecas este año?
—No lo creo. Para que funcionaran tendría que cambiar la situación radicalmente. Juntar 5.000 o 10.000 personas, aunque lo hagas de día y al aire libre, creo que sería algo temerario.
—Tradicionalmente el mercado juvenil en busca de ocio nocturno ha sido el grueso de nuestro turismo, ¿qué pasará este año?
—Esto se notará. Hay mucha gente que viene a Ibiza por el ocio. De todos modos creo que parte de este público vendrá y se encontrará un isla totalmente diferente a la que están acostumbrados. No digo ni mejor ni peor, pero somos un paraje natural que no tiene rival en cuanto a diversidad. Quizás ahora lo que conviene es trabajar otro target y el turismo joven seguirá viniendo. Que no haya discotecas no significa que no haya ocio ni diversión a otro nivel u otra escala.
—Un rebrote en Ibiza este año podría ser catastrófico ¿cree que se hace suficiente por controlar este riesgo, teniendo en cuenta a la gente que vendrá de fuera?
—Quien nos marca las medidas sanitarias es el Gobierno. Puertos y aeropuertos han establecido una serie de medidas que pone en marcha Sanidad Exterior y aquí es muy difícil tomar medidas para nosotros. Hemos trasladado por activa y por pasiva que se tendría que llevar a cabo algún tipo de testeo de la población que entrase. Si no fuera viable hacerlo al 100%, quizá hacerlo aleatoriamente como han propuesto algunos países. La toma de temperatura está bien, pero también es verdad que se dan muchos casos asintomáticos y hacer un cuestionario, teniendo en cuenta que si dices que has tenido algún síntoma te dejan en tierra, igual no dices la verdad. Dicho esto, hay que intentar abrir corredores seguros para que los turistas que vengan lo hagan de zonas en una situación epidemiológica lo más parecida a la nuestra. Abrir ahora mismo con un destino en el que todavía hay casos diarios no tendría sentido.