Siniestro total. Así acabó un vehículo Ford Focus que la noche del lunes se precipitó desde una altura de unos diez metros en Punta Galera, en Sant Antoni.
El aparatoso siniestro se desencadenó cuando el vehículo empezó a deslizarse por una pendiente hasta acabar cayendo por uno de los acantilados presentes en la zona. Tras un primer impacto y dar un giro, el vehículo quedó frenado por los árboles presentes en la pendiente, evitando que el coche fuera a parar hasta los pies del acantilado.
En el turismo no había ningún ocupante y todo apunta a que el accidente se desencadenó al dejar mal activado el freno de mano, un hecho que ya ha provocado varios siniestros similares en otros puntos de la costa como Platges de Comte.
Tras ser alertados del siniestro, hasta el lugar se desplazaron agentes de la Policía Local de Sant Antoni y Guardia Civil, que comprobaron que no se había registrado ningún herido. Asimismo, los agentes comprobaron que el coche estaba en una posición segura y que no había riesgo de caer al vacío.
Laborioso y complejo rescate
El terreno escarpado y los más de 1.200 kilos que pesaba el coche hicieron más laborioso el rescate, una operación que se prolongó durante tres horas y media y en la que intervinieron dos vehículos de Grúas Ibiza.
Los operarios de auxilio en carretera tuvieron que asegurar la zona antes de salvar los más de diez metros de distancia que había entre el vehículo siniestrado y la grúa de gran tonelaje.
La maniobra arrancó a media mañana y fue seguida por decenas de bañistas que ayer se encontraban disfrutando de la jornada en el paraje de Punta Galera, curiosos que grabaron con sus móviles la espectacular extracción.