Mattia Ulivieri, director general de Blue Marlin Ibiza, analiza la situación actual de Ibiza y de su sector en esta ‘nueva normalidad'.
¿Cómo está afectando la pandemia a Blue Marlin Ibiza?
—Como a todo el sector turístico, nos está afectando mucho la incertidumbre y la falta de seguridad porque perjudican especialmente a las economías y a los planes de los turistas, así como a las empresas del sector.
En nuestro caso, la reapertura ha supuesto un riesgo financiero muy elevado, ya que además hemos tenido que ajustar y adaptar nuestro concepto a las normas del Govern balear, operando solo como playa y restaurante y dejando a un lado las otras actividades amparadas por nuestras licencias, pero entendemos que la isla necesita contenidos de calidad y nuestro equipo necesita trabajar: tenemos 160 fijos discontinuos en nuestra plantilla y se prevé un invierno muy duro para todos.
¿Qué opinión le merece la decisión del Gobierno de Boris Johnson de someter a cuarentena a los viajeros que lleguen al Reino Unido?
—Creo que deberían haberse considerado las diferencias entre zonas de mayor y menor riesgo y haber creado corredores con las zonas seguras, y Baleares en este momento es un destino muy seguro. Creo que la posibilidad de hacer tests antes de partir hubiera sido mucho más fiable para todos, desde luego esta marcha atrás es otro golpe muy duro para el sector turístico.
¿Le preocupa la pérdida de clientes británicos?
—Preocupaban la pérdidas anteriores a esta decisión y las cancelaciones de ahora, ya que el turismo del Reino Unido supone un 50-60% de nuestra clientela.
Los beach clubs son actualmente una de la escasas propuestas de ocio que ofrece Ibiza a los visitantes. ¿Considera que deberían poder ampliar sus horarios esta temporada?
—En primer lugar, creo que deberíamos dejar de llamar beach club a algo que básicamente tiene licencia de restaurante. Es una denominación que crea una percepción equivocada y conflictos innecesarios.
Los horarios actuales creo que son correctos, ya que la oferta diurna en situaciones normales complementa a la nocturna y no debe generar competencia ni intrusismos tampoco en esta situación tan delicada, mas aún en vista de que el Govern está siendo bastante contundente con las medidas enfocadas a la noche.
¿Cree que se debe establecer una regulación general para todos los beach clubs de Ibiza?
—Hay una discusión sobre la música al aire libre en general. Creo que lo correcto sería regular según las licencias de actividades, haciéndolas respetar como lo está haciendo el Ayuntamiento de Sant Josep, que fue el primero en no reconocer esta denominación y registro de actividad, además siguiendo las leyes autonómicas, nacionales y europeas en cuanto a música y niveles de sonido en el exterior.
¿Considera que las instituciones de Ibiza no están suficientemente concienciadas sobre la importancia de la música para la economía de la isla?
—Creo que Ibiza es la Meca de la música y siempre ha sido el referente mundial de la industria musical de todos los géneros de actualidad, y sobre todo de la vanguardia.
Ibiza es el destino a donde todo el mundo mira para conocer cómo serán las nuevas tendencias y futuras modas; por eso creo que las instituciones deberían aprovechar más este valor añadido y colaborar directamente con los empresarios del sector para que la música sea un atractivo más de promoción turística.
¿Qué opina de las organizaciones que rechazan el crecimiento turístico de Ibiza y pretenden demonizar el ocio nocturno?
—Creo que el excesivo crecimiento turístico descontrolado no es bueno, y creo también que el ocio nocturno, el diurno y las otras actividades deportivas, rurales y culturales pueden convivir muy bien, y hasta complementarse, creando esa diversidad tan ecléctica que tiene Ibiza y que no existe en ningún otro destino turístico. Demonizar sectores nunca es bueno si el objetivo es llegar a un equilibrio de convivencia sostenible. Es primordial que el objetivo de la calidad esté siempre por encima de la cantidad.
¿Cómo valora la relación con el Ayuntamiento de Sant Josep?
—Buena, hay diálogo y está basada en el respeto recíproco.
¿Cree que se podrá alargar la temporada turística o es una quimera?
—Creo que se puede, siempre y cuando se pongan sobre la mesa todos los ingredientes necesarios para ofrecer contenidos y facilitar la llegada de turistas fuera de temporada. Estoy seguro de que se puede conseguir si todos los interlocutores se lo proponen de verdad. Uno de nuestros restaurantes, Yemanjá, lo mantenemos abierto todo el año a pesar de las dificultades, justamente para ofrecer una propuesta gastronómica de calidad también en invierno.
¿Afronta el futuro con optimismo?
—En este momento el futuro es una gran incógnita debido a las restricciones causadas por el Covid. Todavía no se ve un final cierto; creo que aún tenemos que ver los efectos adversos reales sobre las economías, aunque las colas en Cáritas y familias enteras en el paro forman parte ya del escenario cotidiano.
Pero sobre todo pienso que la recuperación del sector turístico general pasa por medidas urgentes como ayudas económicas concretas a todos los niveles, y especialmente al tejido empresarial, incluidos los autónomos, las pymes o los artesanos.
¿Considera que los destinos que compiten o emulan a Ibiza saldrán beneficiados por el trasvase de fiestas, dj's y turistas de alto poder adquisitivo a estos países?
—Creo que es pan para hoy y hambre para mañana, ya que estamos viendo cómo poco a poco los que han intentando emular a Ibiza con contenidos similares ya están siendo acusados de reactivar la propagación del virus. Creo que es un momento muy delicado para el mundo del entretenimiento. De momento hay que tener paciencia y cautela, y de cara al futuro hay que estudiar bien la sostenibilidad y la viabilidad de los contenidos que ofrecemos.
¿Mantendrá su colaboración con entidades deportivas, culturales o sociales de Ibiza?
—Siempre estaremos al lado de iniciativas y actividades que tengan valores sociales como el deporte.