Abrir un negocio en un verano tan complicado no es tarea fácil, por eso algunos establecimientos merecen un especial reconocimiento y un fuerte aplauso. Es el caso de Surikata, en Sant Antoni, un coqueto restaurante que abrió sus puertas el pasado día 1 de agosto y gracias a su buen hacer, su simpatía y su divertida propuesta, ya se ha hecho con la gente del municipio y con aquellos que lo han visitado.
En Surikata podemos quedar con amigos y disfrutar de una velada bien tranquilos, ya que cumple con toda la normativa sanitaria y su equipo, encabezado por el propietario TaKa Walter Brandan, nos atiende a las mil maravillas. De momento abren para desayunos y cenas, a mediodía está cerrado, y la idea es más adelante, cuando recuperemos el día a día ‘normal', realizar noches temáticas. El equipo de Surikata está especializado en cocina tradicional y en cocina nikkei, un mágico mestizaje entre las gastronomías de Japón y Perú, entre las recetas niponas y los ingredientes criollos. Una cocina que nos sorprenderá por su sabor y la calidad de todos sus productos y elaboraciones. Hamburguesas de ternera, alitas Lemon Chili, auténticos falafel con salsa de yogur y pepino o fingers de pollo con quinoa son algunas de las sugerencias que podemos encontrar en su acertada carta.
La idea es compartir con amigos y familiares un rico piscolabis y descubrir nuevos sabores. Cuando lo pruebes, seguro que repites, ya que cada receta ha sido minuciosamente seleccionada.
Y después de cenar, al atardecer, para empezar o terminar la noche, no te quedes sin probar uno de sus cócteles, tienen una carta muy variada, original y a muy buen precio.
Taka Walker Brandan nos cuenta que Surikata es la recopilación de sus pasos por distintos tipos de cocinas y del trabajo con «muchísimos cocineros» de quienes aprendió a conocer los productos, ideas y técnicas. «Con el tiempo fui adquiriendo vivencias compuestas por grandes logros y errores, pasando por muchos restaurantes de renombre y compartiendo cocina con grandes chefs», explica.
Fue su madre, Doña Rosa, quien le despertó esa curiosidad por la cocina con sus «humildes» platos y de quien aprendió recetas y «algún truco». Hoy Taka sabe lo difícil que es complacer a distintos comensales y por eso ha unido el buen hacer de la tradición y de las recetas que le han acompañado en su «largo viaje», con la sabiduría de grandes chefs. De esa fusión nace Surikata, un lugar donde llevar acabo esa búsqueda incesante, de lo bueno, rico y auténtico, y un lugar acogedor donde disfrutar de tapas y pinchos con un sabor intenso y familiar.