Sentados en una silla de plástico y otra de playa, de esas de tijera, David y Nicolás tomaban café en vaso de cartón mientras esperaban al devenir de los acontecimientos. Eran las 07.30 de la mañana y habían pasado su tercera noche acampados bajo el pórtico de acceso a la casa consistorial de Sant Josep.
«Ha sido un fin de semana tranquilo», explicaba David Tenza. Demasiado tranquilo. Esperaban que alguien del equipo de gobierno o de la corporación municipal se acercase, al menos, a preguntar qué tal estaban. «Sólo nos ha visitado alguna cucaracha, pero de las de la calle», decía con sorna.
También han ido recibiendo la visita de vecinos de Sant Josep y de otras escaleras de los Don Pepe que les han ofrecido comida, bebida y un sitio en el que asearse. Se acercaban las 07.45 y ya había movimiento en las dependencias municipales. Unos operarios retiraban los trozos de barandilla de una escalera en obras bajo el acceso porticado al Ayuntamiento. «Mira, ahí llega mi suegra y los demás». Pasan el día juntos y por la noche sólo se quedan algunos en el lugar de la manifestación permanente. Han solicitado al propietario de los apartamentos Bon Sol, Toni, poder estar allí dos noches más. La factura corre ahora del bolsillo de los vecinos.
«En los apartamentos Bon Sol se han portado muy bien con nosotros», explicaba Tenza. Como empezaron con las protestas el jueves afirmó que no han tenido tiempo de recoger sus cosas y preparar la nueva mudanza, por lo que necesitaban algún día más para organizarse. «Pero esto será poco tiempo. No podemos permitirnos más que un par de días, a pesar de que nos han hecho un descuento por nuestra situación».
Insistió en mostrar su agradecimiento por el trato en los apartamentos Bon Sol e indicó que a partir de hoy les quedarán las tiendas de campaña, mientras les dejen seguir con las protestas o hasta que se les dé una solución. A las 07.50 horas de ayer se acercó un agente de Policía Local. Era la visita que esperaban, temían que les desalojaran de nuevo. Sería la tercera vez. Pero el agente les informó de que se podían quedar. «Dado que es una protesta pacífica amparada por el derecho de manifestación, pueden seguir aquí. Eso sí, les tengo que pedir que dejen espacio de al menos 1,5 metros para el paso a la biblioteca y al Ayuntamiento y que sitúen las tiendas lo más cerca posible de la pared. También que, en la medida de lo posible, respeten la actividad en las instalaciones municipales, porque hay gente trabajando». Les dejan seguir. De momento. Aunque esperan que la situación dure poco y les den una solución. «Una esterilla de un centímetro no es el mejor colchón para dormir», apuntaron.
Tres noches
El viernes por la noche plantaron sus tiendas de campaña frente a las dependencias municipales para reclamar una solución digna a la situación en la que se encuentran. Les desalojaron el 23 de junio de sus casas en la escalera 2 por problemas estructurales en el edificio, según técnicos municipales y externos contratados por el Consistorio.
El Ayuntamiento se encargó de pagar su estancia en los apartamentos Bon Sol de Platja d'en Bossa hasta el domingo, pero era una solución provisional que la administración dice que no se puede prorrogar más. Antes de tomar la decisión de acamparse, el mismo viernes por la mañana, se reunieron con el alcalde, Josep Marí Ribas. Les ofreció el albergue de Sa Casilla como la única alternativa que el Ayuntamiento tiene a su disposición.
Los vecinos se levantaron de la mesa indignados. No consideran que sea una solución digna y temen que mientras dure su estancia se siga utilizando para la cuarentena de inmigrantes al haber plazas disponibles. Marí Ribas aseguró el viernes a este periódico que el alojamiento estaría a la entera disposición de los vecinos. Ellos replican que nadie les ha explicado eso.
Cs insiste en pedir que se prorrogue la ayuda a las familias desalojadas
El portavoz del grupo municipal Ciudadanos (Cs) en Sant Josep, Daniel Becerra, volvió a reclamar ayer al equipo gobierno, formado por PSOE y Unidas Podemos, la ampliación de las ayudas para las familias desalojadas de los apartamentos Don Pepe, «El Ayuntamiento de Sant Josep ha demostrado, año tras año, que no tiene la capacidad de gastar todo el dinero que presupuesta, por lo que no debería negar un techo a estas familias que pasan por una situación muy complicada alegando únicamente motivos económicos», criticó Becerra.
Aseguró que el alcalde, Josep Marí Ribas, «se está complicando la vida y se la está complicando mucho más a estas personas, que lo único que han pedido es un poco más de tiempo». También criticó la «actitud pasiva» formación Unidas Podemos, «quienes acostumbran a erigirse como los defensores de las causas sociales y a la hora de la verdad se esconden bajo la mesa».