El inicio de la temporada del raor vuelve a demostrar que la pesca es una de las actividades estrella de las Pitiusas. El hecho de que únicamente puedan pescarse en unas fechas limitadas, del 1 de septiembre al 31 de marzo, hace que sea una especie muy cotizada y convierte el primer día de pesca en todo un acontecimiento del que todos los ibicencos quieren ser partícipes.
Foto: Daniel Espinosa.
Por eso, ayer el mar se llenó de aficionados que quisieron probar suerte con sus anzuelos. Para muchos, fue un día de mucho provecho. El Club Náutico de Ibiza era un hervidero a última hora de la tarde, lo que adelantaba que la jornada había sido muy intensa en Es Freus.
Foto: Daniel Espinosa.
Sandra y su marido, atracaron su barco Lluch en el puerto con todo un botín a bordo después de una dura mañana de trabajo. Estos dos pescadores coincidieron en que habían visto el mar mucho más lleno que el año pasado: «se notaba que hay mucha gente que no trabaja este año», explicó.
Y es que esta tradición es, sobre todo, familiar. Se trata de salir, pasar un día divertido y tener pescado para «un par de días», aunque la satisfacción de cenar el primer raor frito, dicen, no tiene precio.
«Nosotros somos profesionales, pescamos para después venderlo a pescaderías de la zona, de lunes a viernes», contó Sandra a Periódico de Ibiza y Formentera.
Bien muy preciado
El precio de mercado varía mucho, pero suele estar caro. Por eso, muchos son los pescadores que, como Sandra, pescan para venderlo aquí. «Mañana (por hoy) estarán los puestos llenos, con pescado a más de 50 euros seguro», añadió Pepe, que también obtuvo su particular botín ayer y que vende, sobre todo, a particulares.
En el puerto de Portinatx también se vivió una intensa jornada de pesca. Joan Carles y Pere salieron, como cada año, a primera hora de la mañana para capear la costa.
«Empezamos la jornada bien, aunque cuando se levantó un poco de viento los peces dejaron de picar» contó Pere, que calcula que este año su precio de mercado podrá alcanzar «los 80 euros».
Las medidas del Consell d'Eivissa, además de limitar los meses de pesca, establecen que no se podrán capturar más de 50 ejemplares por persona y 300 por embarcación. Por otra parte, las multas al incumplir la normativa pueden alcanzar los 2.000 euros. Así, se garantizan la pervivencia de una especie muy cotizada.