El Obispado de Ibiza y Formentera ha presentado un recurso ante la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Baleares contra la medida del Govern que afecta a los lugares de culto.
El administrador diocesano, Vicente Ribas, así lo ha comunicado a los fieles, a quienes ha dirigido un carta en la que les explica que el pasado día 15 la consellera de Salud, Patricia Gómez, hacía publicas las medidas temporales para la contención de la Covid-19.
Entre ellas, Ribas recuerda que se suprime la actividad de los lugares de culto, con excepción de la celebración de funerales, que podrán hacerse siempre que no se supere el 33% de la capacidad y con un máximo de 15 personas.
Así, lamenta que la consellera ha decidido cerrar las dos parroquias de la ciudad de Ibiza situadas dentro de la zona confinada. Para el administrador diocesano, se trata de una medida «desproporcionada e injustificada» y, por ello, cuestiona los criterios objetivos que han llevado a la conselleria de Salud a la supresión del culto. Según Ribas, tras esta supresión «no hay absolutamente ningún criterio objetivo, excepto la pura y más absoluta arbitrariedad».
También ha recordado que la libertad religiosa, «está recogida por la Declaración de los Derechos Humanos y en las constituciones de todos los países democráticos». En la carta a los fieles también manifiesta que «los problemas éticos deben ser resueltos en el campo ético y no en el jurídico. La ley no puede suplantar ni a la justicia ni a la ética. No todo lo legal es siempre ético». Además, Ribas afirma que «se impone denunciar todos los abusos que se cometan en nombre de la justicia».