Son cinco y proceden de muy distintas partes de España e, incluso, de fuera de la Península. Uno es malagueño, otro de Santa Eulària, otro abulense aunque criado en León, un cuarto con raíces granadinas y Mustapha nacido en Marruecos aunque residente desde hace años en España.
Sus trabajos son muy diversos, desde un Guardia Civil a un bombero, pasando por un enfermero, un técnico de emergencia sanitaria y un encargado de almacén en DHL pero a todos les une el que van a tener que trabajar esta Nochevieja. Eso y que todos están encantados con su trabajo por lo que no les importa estar al pie del cañón mientras otros disfrutan en familia o amigos de una noche tan especial.
José Roig Riera - Bombero. Tras 29 años en el cuerpo, este bombero nacido en Santa Eulària hace 59 años, asegura que ya tiene completamente asumido vivir la última noche del año en el Parque de Bombreos de Ibiza, situado en la carretera de Sant Rafel. Sin embargo, esta será una noche muy especial para él, primero porque el coronavirus lo ha cambiado todo y después porque, si todo va bien, será la última que celebre allí ya que tiene previsto jubilarse a finales del 2021. «Es un poco extraño todo porque los compañeros estaremos separados en la mesa para mantener las distancias, con mascarilla y sin que, como sucedía hace unos años pudieran venir nuestras mujeres y nuestros hijos a brindar con nosotros».
José Roig Riera - Bombero. Foto: Daniel Espinosa.
Normalmente, trabajar en Nochevieja es rotatorio ya que en el cuerpo de bomberos de Ibiza se hacen cuatro guardias para que no siempre les toque a los mismos. Sin embargo, se sabe con mucha antelación «para que todo el mundo pueda organizarse» y en este 2020 junto a Roig estarán otros seis compañeros, una dotación pequeña para lo que suele ser normal. A pesar de lo señalado de la fecha, el veterano bombero asegura que «es una jornada muy parecida a otras» ya que siempre hay que estar pendiente de una posible llamada y de que salte la liebre en cualquier momento».
Javier García - Guardia Civil. El jefe del Área de Atención al Ciudadano de la Guardia Civil de Santa Eulària vivirá una noche de fin de año pendiente de sus compañeros y de las posibles incidencias que se puedan generar en toda la isla de Ibiza. No en vano, este abulense de 54 años criado en León que lleva 27 años en el cuerpo y 11 trabajando en la isla, entrará a las 23.00 horas y terminará su turno a las 07.00 horas. Según explicó el mismo a Periódico de Ibiza y Formentera, lo primero que hará es darse una vuelta junto a un compañero por toda la isla y reunirse con las patrullas que habrán comenzado su turno una hora antes, en torno a las 22.00 horas, para darles las indicaciones correspondientes. Posteriormente, regresará a su puesto de mando en Santa Eulària donde estará pendiente de derivar las llamadas que se puedan producir en todos los municipios de la isla alertando de incidentes de todo tipo para que sean atendidas lo antes posible y con la mayor eficacia posible.
Javier García - Guardia Civil.
García aseguró que este año todo será muy diferente ya que se prevé que todos los servicios tengan más que ver con fiestas ilegales, aglomeraciones en lugares donde no está permitido hacerlo, o incumplimientos del toque de queda. También estarán pendientes como en otras noches de fin de año de posibles peleas o altercados de orden público por intoxicaciones etílicas o por consumo de estupefacientes. Y mientras tanto intentarán tomarse las uvas y cenar con los compañeros aunque, como confesó el agente con una gran sonrisa, «nunca sabes a que hora podrás hacerlo».
Mustapha Bendaoued - Enfermero de Urgencias. Mustapha nació en Marruecos hace 38 años pero se crió en España. En Ibiza lleva trabajando 12 años, siendo actualmente enfermero en la unidad de Urgencias del Hospital Can Misses de Ibiza. No es la primera vez que despedirá el año en el centro hospitalario ibicenco y por ello sabe muy bien que aunque siempre hay que estar pendiente del servicio es una noche en la que reina el compañerismo y la alegría entre los cerca de cuarenta trabajadores que se juntan. «Es un día muy especial porque entre hueco y hueco del servicio nos juntamos en una sala, con cotillón y elementos de Navidad, y allí tomamos la comida que cada uno ha traído y como somos muchos, aunque estás trabajando siempre es muy divertido».
Mustapha Bendaoued - Enfermero de Urgencias. Foto: Daniel Espinosa.
A pesar de ello, Mustapha asegura que lo más importante es estar pendiente de los pacientes. «No podemos olvidar que estamos trabajando y por eso nos vamos turnando para que todo el mundo esté atendido y bien cuidado» y que si llegan «se les pueda atender de la mejor manera posible como grandes profesionales que somos».
Joaquín Rubio - DHL. Joaquín Rubio, de 37 años, nacido en Granada pero llegado a la isla cuando apenas tenía unos meses de vida, es desde hace tres años el encargado del almacén que tiene DHL en el Polígono Cas Dominguets de la ciudad de Ibiza. Trabaja hoy día 31 pero por fin lo podrá hacer algo más tranquilo que durante estos días previos donde ha vivido jornadas interminables repletas de estrés y también satisfacción al ver que la gran cantidad de paquetes recibidos salían puntualmente hacia sus puntos de destino. «Suele ser un día tranquilo porque normalmente la campaña de Navidad ya ha concluido y porque aunque hay que trabajar para que todo funcione correctamente normalmente suele haber tiempo para brindar con mis compañeros, casi una familia para mí».
Joaquín Rubio - DHL. Foto: Daniel Espinosa.
A pesar de ello, seguirá a rajatabla su horario «para que todo funciones como un reloj». Volvera a llegar un poco antes de las ocho de la mañana a su puesto de trabajo y a los pocos minutos comenzará con el ajetreo que supone descargar los camiones que llega hasta la nave en avión y en camión. Algo que se tiene que hacer en el menor tiempo posible para que los chóferes de los camiones puedan empezar a repartir cuanto antes por la isla. Después, llega el momento de organizar todo lo que ha quedado en el almacén para que las furgonetas puedan seguir repartiendo por la tarde. Normalmente el horario de Rubio es de 08.00 a 13.00 horas y de 15.00 a 19.00 horas pero en estos días intensos de Navidad ha llegado a hacer desde las 07.00 a las 19.00 horas de ininterrumpida con días como el 22 de diciembre en el que organizó junto a sus compañeros 1450 expediciones.
«Es complicado y en ocasiones estresante porque hay que hacer mucho encaje de bolillos para que nada falle pero también muy gratificando cuando al final de la jornada ves como ha quedado el almacén y cuando tienes la satisfacción de que los paquetes han llegado correctamente a su destino».
Nacho Moreno García - Técnico de emergencias sanitarias. Este malagueño de 47 años lleva once años trabajando como técnico de emergencias sanitarias (TES) en el 061 a caballo entre Palma y Eivissa, donde consiguió plaza fija hace cinco años. Asegura que en la isla ha encontrado una familia y se considera un enamorado de su trabajo y que por ello no tiene problema en pasar la Nochevieja haciendo servicio y pendiente de ayudar a quien lo necesita, tanto prestando ayuda física como soporte psicológico a través de los soportes vitales avanzados y soportes vitales básicos, donde se atienden a heridos en accidentes de tráfico, intoxicados por alcohol o drogas o crisis de ansiedad. «Es un trabajo maravilloso y no lo cambiaría por nada y lo que más me gusta es que cuando llegas nunca sabes como va a ser el servicio».
Nacho Moreno García - Técnico de emergencias sanitarias.
La de este año será la quinta Nochevieja en la que Nacho trabajará y siempre reina el compañerismo. Harán una mesa en común y allí compartirán lo que cada uno lleve, siempre pendientes de que suene el teléfono por si tienen que salir a cubrir alguna incidencia. De hecho, aún recuerda una noche de fin de año, cuando trabajaba en Palma, en la que tuvieron que tomar las uvas en la ambulancia tras haber hecho un servicio sin que les diera tiempo a volver a la base. Sin embargo, asegura que las nocheviejas suelen ser relativamente tranquilas y que es el día 1 cuando hay más movimiento «por las fiestas, los accidentes de tráfico o las intoxicaciones de todo tipo».
Este año, todo será muy distinto, debido al coronavirus, y por ello también aprovechó para mandar un mensaje de ánimo a todos sus compañeros que trabajarán hoy, desde médicos a jefes de zona pasando por telefonistas y directivos, y pidió concienciación a toda la sociedad. «Nos ha tocado ver cosas muy duras cuando íbamos a buscar con la ambulancia a personas con coronavirus y por eso me gustaría que la gente entendiera que no es algo para tomarse en broma».