El Mercat de Nadal que ha estado instalado en el Passeig de ses Fonts de Sant Antoni desde el viernes 4 de diciembre de 2020, justo con el inicio de las actividades de Navidad organizadas por el Ayuntamiento, ha sido «muy flojo», según explicaron ayer algunos de los vendedores participantes.
La situación económica, el frío, el que no hubiera puestos de restauración y por supuesto el miedo a los posibles contagios por coronavirus han sido los principales culpables de que este año se haya notado un importante descenso de ventas con respecto a las Navidades pasadas. «No se puede comparar porque el año pasado fue magnífico y en este 2020 realmente flojo y sin apenas ventas, pero hay que ser positivos y pensar que por lo menos tenemos salud y que el año que viene, si todo va bien, seguro que es mejor», aseguró la pintora y profesora Loli Hidalgo.
Ella era una de las que pocas que aún mantenían sus productos en el puesto. El resto, o bien estaban cerrados o ya apuraban para recoger sus enseres a pesar de que ayer era su último día. «Ha ido fatal porque ha habido muy poca gente en el paseo y hemos tenido muy pocas ventas», se lamentaba la artesana de joyería y bisutería Pilar Valdés. Lo mismo que Astrid, que apenas ha podido dar salida a sus productos relacionados con la Navidad y sus juguetes artesanales para los más pequeños de la familia. «Ha sido muy flojo pero no podemos lamentarnos porque la situación ya pintaba mal cuando decidimos coger el puesto y ahora solo nos queda pensar que seguro que el año que viene será mejor».
El único al que le ha ido «más o menos» fueron a los representantes del Restaurante Es Ventall de Sant Antoni. «Dentro de lo mal que está la situación no nos podemos quejar porque hemos vendido nuestros panetones, bombones o panes especiales y, sobre todo, lo roscones por encargo que han sido muy demandados», confirmó Jordi.