«¿Qué más tienen que hacer estos delincuentes para entrar en prisión? Es desesperante y muy difícil de entender. Los han detenido con las herramientas que utilizan para dar los golpes y con efectos sustraídos, pero ya están nuevamente en la calle. Desgraciadamente vuelve a haber en la isla una sensación de indefensión porque hoy o mañana volverán a robar. Es incomprensible». Son palabras de Toni, un representante de la plataforma de víctimas de robos en casas de campo. Los chats vecinales creados hace cuatro años por una oleada de robos llevaban tiempo con escasa actividad, pero en las últimas fechas han vuelto a registrarse cruces de whastapps. Desde verano venían alertando de movimientos sospechosos y ahora los robos han vuelto a castigar la zona de Santa Gertrudis. «La Guardia Civil hace su trabajo, pero robar en Ibiza sale muy barato, ya que son muy pocos los que entran en prisión», advirtió Toni a Periódico de Ibiza y Formentera tras conocer la puesta en libertad de los dos detenidos por la última oleada de robos.
Y entre los presuntos autores figuran dos viejos conocidos de las Fuerzas de Seguridad y de la Justicia: los hermanos Cotobrasi. Uno de ellos, Eugene, integró en 2011 la lista del PSOE por Formentera. En 2017 ya fue detenido por otro robo con violencia en Santa Gertrudis. Los hermanos, que cuentan con un amplio historial delictivo fueron detenidos el domingo cuando trataron de huir de un control de la Guardia Civil. Circulaban con un coche de alquiler y en su interior los agentes hallaron pasamontañas, herramientas y efectos que figuraban como sustraídos.
La investigación de la Policía Judicial los conecta con una decena de robos en casas de campo de la isla, entre ellos, el asalto a la vivienda familiar del popular cantante británico James Blunt, robo perpetrado el pasado 14 de enero.
Objetos recuperados
En el marco de la operación ‘Second' la Guardia Civil recuperó efectos sustraídos valorados en unos 300.000 euros. Los objetos fueron hallados en un almacén clandestino en el que la banda de ladrones escondía decenas de botellas de vino de graN valor, joyas, cuadros de reconocidos artistas y dos esculturas de 70.000 euros cada una. Los legítimos propietarios pueden recuperarlos en el cuartel de Can Sifre.