La Guardia Civil investiga quién está detrás del ataque vandálico que ha causado daños de consideración en el cementerio de Sant Antoni.
Según informaron ayer fuentes municipales, el ataque fue cometido durante la madrugada del sábado y se plasmó en lápidas y vidrios rotos y otros desperfectos. Los agentes de la Policía Local de Sant Antoni recibieron el aviso la mañana del domingo y acudieron al lugar para supervisar los desperfectos junto a dos empleados de la empresa concesionaria Aurens.
Ocho nichos dañados
Los autores de este ataque incívico rompieron los cristales de ocho nichos, así como diferentes figuras y adornos. También han arrancado una placa de la pared de uno de los nichos tirándola a la basura, así como algunas señales o carteles indicativos del cementerio.
El Ayuntamiento denunció los hechos ante la Guardia Civil y también se valora poner una sistema de alarma en las instalaciones.