El presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Baleares, Domingo Bonnín, ha alertado de que la basura marina en el Mediterráneo «es un problema de Europa pero no sólo lo debe atajar Europa».
Así se expresó Bonnín en declaraciones a Europa Press, al hilo de la votación, esta semana en el Parlamento Europeo, de un informe sobre medidas para reducir la basura marina.
Los eurodiputados recomiendan apostar por la economía circular y plantean la recogida de basura marina por parte del sector pesquero, para lo que proponen sistemas de apoyo e incentivos por parte de las instituciones. También piden una mejora del diseño de las artes pesqueras y promover su reciclaje.
Bonnín expresó la predisposición de los pescadores de las Islas a colaborar en esta tarea, si bien insistió en que la responsabilidad no se puede cargar exclusivamente sobre sus hombros.
Un informe de Oceana publicado el pasado noviembre alertaba de la especial vulnerabilidad de la costa mediterránea ante la acumulación de plásticos, especialmente en la zona balear por la existencia del Parque Nacional de Cabrera. En dicho informe se detallan las conclusiones de expediciones de Oceana en el escarpe Emile Baudot, que incluye casi 300 kilómetros de lecho marino desde el sur de Formentera hasta Menorca. Los residuos hallados son fundamentalmente de origen terrestre, aunque también contiene restos de actividades de pesca y tráfico marítimo.
El 49,6% de los residuos recogidos por el Servicio de Limpieza del Litoral del Govern balear en 2019 fueron plásticos. En detalle, se recogieron 66.283,98 kg de residuos, de los que 32.938,59 kg eran plásticos. El resto fue madera (21,80%), vegetación (12,69%), orgánico (10,46%), aceite (0,11%) y otro tipo de basuras (5,35%).
Por islas, en Mallorca se recogieron 42.011,04 kg; en Menorca, 12.673,50 kg; en Ibiza, 9.634,75 kg, y en Formentera, 1.964,69 kg.
La zona donde se encontró más plástico comprende la costa nordeste de Mallorca y la costa sur de Menorca.