La feria Eivissa Medieval, que este año se ha llevado a cabo en pequeño formato debido a la pandemia de coronavirus, llegó ayer a su fin con cuentacuentos por la mañana y un espectáculo de danza oriental por la tarde.
Además de espectáculos y cuentacuentos se han hecho visitas guiadas por Dalt Vila.
Este año, para asistir a los espectáculos había que pagar dos euros con la intención de controlar los aforos y ayudar a Cruz Roja.