El restaurante Can Yucas, en Cala Tarida, se convertirá hoy en el primer establecimiento de España que servirá comidas y bebidas a las embarcaciones fondeadas en las inmediaciones de la playa por medio de un dron. Esta iniciativa parte de la compañía gallega Aerocámaras, empresa de referencia en el sector, que ha creado Drone to Yacht, un servicio de reparto exclusivo para los yates que arranca su andadura en Ibiza.
El dron eléctrico delivery premium tiene un alcance de unos dos kilómetros de distancia desde la playa. Sus promotores, en colaboración con el citado restaurante, inauguran hoy este sistema, cuyo funcionamiento es sencillo: el cliente selecciona desde su yate qué quiere comer, realiza el pedido al restaurante a través de una aplicación o en la web de Drone to Yacht y a partir de ese momento solo tiene que esperar a que su menú llegue volando: la aeronave no tripulada geolocaliza su posición y le lleva en una cesta lo que ha pedido, que llega perfectamente empaquetado.
«Estamos haciendo una carta ajustando cada producto a un envoltorio concreto, para que los platos lleguen con todos sus ingredientes y salsas, una buena presentación y listos para comer», explicó ayer el propietario de Can Yucas, Jorge Muñoz, que ya ha realizado algunas pruebas, en colaboración con Drone to Yacht, para que este innovador servicio pueda operar a partir de hoy.
La intención de Aerocámaras es llegar a acuerdos similares con otros restaurantes de playa y puertos deportivos de la isla de Ibiza para, en los próximos meses, expandir la comida aerotransportada a otros puntos del litoral español, fundamentalmente en el Mediterráneo, así como en algunos puertos italianos. La compañía prevé asimismo implantar este servicio en distintos puntos turísticos del Caribe merced al acuerdo de colaboración con la empresa Global Equity Infraestructures Corporation (GEIC), especializada en el asesoramiento y desarrollo de grandes proyectos de infraestructuras portuarias e instalaciones para yates, según se recoge en la web infodron.es
Por el momento, aunque la tecnología lo permite, este servicio delivery no está autorizado en las ciudades, motivo por el cual la empresa proyecta su expansión sobre el agua. La firma española ya está estudiando la posibilidad de ampliar su línea de negocio con otros productos como cremas solares, gafas de sol, medicamentos o material de urgencia, un proyecto «que aspira a revolucionar unos de los sectores más lujosos», según sus impulsores.