Xavier Santamaria Villegas (Lleida, 1974) siente Ibiza como si fuera su tierra natal. No es algo que diga por quedar bien. Su madre es ibicenca y se fue a vivir a Lleida con 25 años porque a su padre le trasladaron de destino, pero, para el director insular de Innovación, Ibiza siempre tuvo un lugar en su imaginario. Cuando vino a la isla a trabajar como ingeniero informático en 2003, «fue como volver a casa».
—¿Cómo se encontró la institución a nivel de administración electrónica?
—Desde mi punto de vista estaba mal. Se había arrancado en materia de administración electrónica, pero quedaban pendientes muchas tareas importantes, como la implantación de la RGTB o el esquema nacional de seguridad. Son medidas que afectan a todos los organismos y la administración pública tiene que dar ejemplo. A nivel de sistemas informáticos es donde más hemos tenido que trabajar, poner el desarrollo digital del Consell a la altura de lo que sería hoy en día una gran empresa. Al final tienes un equipo informático, unos sistemas informáticos, una seguridad informática que es muy importante y de lo que yo me preocupo mucho por ser mi especialidad. Era algo que estaba muy abandonado.
—¿Cuáles son los aspectos más importantes en los que se ha avanzado?
—Tenemos dos líneas de trabajo. Una de mejora y actualización de los sistemas informáticos del Consell, que es una tarea que no se ve pero que de alguna manera acaba repercutiendo en la mejora de los servicios al ciudadano. La otra línea sería la de simplificación de procesos administrativos y de la relación del ciudadano con la administración. Una simplificación de la administración electrónica en general. En la sede electrónica hemos reducido las incidencias en un 80 %, que es muchísimo. Todo ello gracias a tecnologías como la identificación a través de sistema cl@ve entre otras. Al final hemos conseguido la confianza del ciudadano a la hora de realizar esos trámites. Esa simplificación ha permitido que se eviten muchos desplazamientos, algo que fue muy importante durante la pandemia.
—¿Cuáles son los siguientes pasos en materia de innovación?
—Hay un punto muy importante que es la simplificación de los trámites administrativos. Cuando se hizo la transición de la administración tradicional a la administración electrónica también se incorporaron sus déficits. Lo que se hacía mal antes se hace mal ahora.
—¿Qué considera que está mal?
—Documentos que ya no se requieren, requisitos que no tienen sentido con la administración electrónica… para mí es muy importante simplificar al máximo esos trámites administrativos. Hemos empezado una serie de labores en ese sentido. El Consell ha formado un equipo de trabajo multidisciplinar y hemos solicitado una auditoría externa que nos ayudará a detectar cuáles son los trámites más farragosos, cómo simplificarlos y trasladar eso a una sede electrónica en la que el ciudadano pueda identificarse, hacer el trámite y esperar una resolución.
—¿En qué aspectos se simplificaría la tramitación?
—En un trámite administrativo identificamos tres pasos. El primero es la búsqueda de información por parte del ciudadano para conocer los requisitos del trámite que quiere realizar, eso es algo que se tiene que simplificar al máximo y por eso hemos creado un portal de ayudas en el que toda esta información está recogida en un mismo sitio. El segundo paso, que es el trámite en sí, se tiene que facilitar mucho más, en ese aspecto se está trabajando y esperamos tener en breve una nueva sede electrónica. Será mucho más ágil, más moderna y sencilla. A la vez estamos intentando integrar un servicio de asesoramiento en la propia web a través de videotutoriales y web chat, para que el ciudadano cuando realice el trámite se sienta acompañado. Puede hacer consultas, el sistema detecta el ámbito en el que está, entra en el trámite y da información acerca de los siguientes pasos. El tercer paso es la notificación de la resolución del expediente al ciudadano, ahí tenemos que agilizar también.
—Para poder acceder a esos trámites el ciudadano tiene que tener un conocimiento de cómo usarlos, ¿cómo ve a la ciudadanía ibicenca en materia de administración electrónica?
—Por lo que yo he detectado, aquí en Ibiza se hacen muchos trámites a través de las gestorías. Reconozco que la administración pública, su sede electrónica, puede parecer engorrosa de entrada. Hablamos de certificados electrónicos, sistemas cl@ve, sistemas pin… muchos neologismos que el ciudadano de a pie no tiene por qué conocer. Yo tengo la esperanza de que nuevas tecnologías como el DNI 4.0 y las identificaciones biométricas faciliten un poco la incorporación del ciudadano a la administración electrónica.
—El proyecto Smart Island ya se ha adjudicado y ahora toca implantarlo, ¿qué será lo primero que veamos?
—La semana pasada empezamos a trabajar con la empresa adjudicataria, Vodafone. Tienen experiencia, con lo cual todo debería ir ágil. Estamos hablando de plazos de ejecución de un año cuando inicialmente Red.es nos decía que serían dos. Evidentemente hablamos de tener listos todos los componentes, pero nosotros hemos pedido poder priorizar. En nuestro caso el principal es el control de aforo de playas. Es un tema muy importante en pandemia, pero cuando termine seguirá teniendo sentido. Hay calas que están muy saturadas y esto genera problemas de circulación y de aglomeraciones que se podrán prevenir. El control de aforo de playas estará activado en breve, las de ámbito urbano serán las primeras en las que se pueda implantar por motivos técnicos y el sistema podrá estar listo en unos meses. Luego hay otros componentes sencillos como la app turística, los parkings inteligentes o el sistema de detección de incendios.
—¿Y lo más costoso?
—Lo que seguramente tarde más en ponerse en marcha será el componente de movilidad inteligente. Esto incluye los postes informativos en las paradas de autobús, vinculados a los sistemas de geoposicionamiento de los autobuses y a su vez conectados con el sistema de Palma. Eso, como también depende de la licitación del servicio de transportes, puede ser que lo veamos al principio parcialmente en funcionamiento. Es el componente más costoso y también el que puede mejorar más el servicio a la ciudadanía. Se reclama movilidad sostenible e inteligente y para mí es el componente estrella. Es algo que tardará en llegar, pero llegará.
—Todos estos servicios supondrán ventajas para el ciudadano, pero ¿para la administración qué supondrá?
—Es un tema que relacionaría con el portal de datos abiertos que hemos puesto en marcha hace poco. La función del Consell será de mediador a nivel de datos. Smart Island va a generar una cantidad de información enorme. Estos datos se deben dar a conocer al ciudadano a través del portal de open data para que cualquiera pueda reutilizarlos. Las empresas privadas o las administraciones podrán conocer esta información y hacer una aplicación turística sobre playas, por ejemplo, en la que podamos saber si hay medusas, el viento o lo llena que está. Al final es poner a disposición de terceros esta información para que puedan desarrollar proyectos propios.
—Este sistema de datos abiertos, ¿cómo está ahora mismo?
—Teníamos dos opciones con este sistema, esperar o arrancar con poco. Hemos optado por arrancar a pesar de tener poca información porque creemos que nos va a estimular para acelerar este portal de datos abiertos. Ahora mismo el departamento de Transporte ya ha empezado a publicar datos y el departamento de Medio Ambiente está por la labor. Creo que hemos abierto la puerta a algo que puede ser muy potente. Smart Island va a dar un impulso muy grande a este proyecto y espero que en un año tengamos más de cien conjuntos de datos publicados y actualizados regularmente. La periodicidad nos permite tener datos casi en tiempo real y permitir que se analicen y se actúe conforme a unos datos válidos. El compromiso del equipo de gobierno es de favorecer esta herramienta y la gente está motivada. Muchos departamentos agradecen esta iniciativa que les permite publicar sus datos y que no acaben en un PDF al que no se vuelve a dar uso. Ahora tendrán una vida útil para otros organismos.
—¿Cuándo se podrá dar uso a la anhelada oficina Bit?
—En este momento estamos acabando de cerrar con el Govern ciertos detalles en materia de documentación, informes de compatibilidad. Pequeños detalles, por lo que creo que en poco tiempo se podrán iniciar las obras y ya el plazo para que esté en marcha será breve. Es un servicio que aportará muchísimo a la isla. Hablamos de potenciar la economía digital. En Ibiza hay una cantidad importante de autónomas freelance con una capacidad de innovación y creatividad importante que seguramente no se sientan suficientemente arropados. A algunos les recibo yo y los tengo que remitir a los ayuntamientos, que sí tienen servicios para potenciar esas ideas. Con la oficina Bit y el futuro Centre Bit, podrá acompañarse a esa startup desde que nace hasta su lanzamiento. Es algo básico. También sabemos que al final, en el mundo de las nuevas tecnologías siempre se genera un efecto llamada. La generación de talento llama a más innovación y talento. Si conseguimos que estas empresas se hagan visibles en Ibiza será un efecto llamada para otras empresas que quieran montar sedes o sucursales en la isla.
—La insitución lanzó el año pasado el programa Reinventa para la modernización de empresas, ¿cómo ha funcionado?
—Estamos contentos con este programa. Se han hecho varios cursos en tecnologías como CRM (relación electrónica con el cliente) o ERP (software para la planificación de recursos empresariales) que son muy interesantes para pymes y autónomos. Seguramente haremos alguno más a principios del año que viene, pero nuestra idea es almacenar esos cursos en una plataforma que permita acceso a esa información en todo momento. Nos hemos dado cuenta de que, aunque han funcionado muy bien, este formato nos limita mucho el número de personas al que podemos llegar y la época del año en la que hacerlas. En temporada estos cursos no funcionan. Entonces estamos ideando un portal en el que podamos publicar cursos y píldoras informativas muy orientadas al autónomo o la pyme. Ahí intentaremos incorporar formación en administración electrónica.