Dos explotaciones ganaderas de Ibiza, una en Sant Rafel y otra en Sant Miquel, han detectado casos de lengua azul entre sus ovejas. Se trata de los primeros casos de esta enfermedad que se han detectado jamás en Ibiza, si bien en 2002 hubo algunas sospechas de casos que no se pudieron verificar. Se trata de un brote de la enfermedad proveniente de los Balcanes y que el Govern Balear decretó el pasado 3 de junio tras detectarse el positivo de 19 ejemplares ovinos y un bovino en la isla de Mallorca.
Vacunación
El Govern Balear puso en marcha de inmediato la campaña de vacunación contra la lengua azul en todas las Baleares, que se inició en Mallorca el 12 de julio. La vacunación en Ibiza comenzó el 28 del mismo mes y a día de hoy ya se ha conseguido vacunar al 90% de las 295 explotaciones de ovino, con 5.469 animales, y 4 explotaciones de vacuno con 122 cabezas. En Formentera se culminó la campaña de vacunación el pasado 10 de septiembre tras la inmunización de 830 animales en 68 explotaciones.
Mientras el ganado ovino queda inmunizado con una dosis de la vacuna, el bovino necesita dos dosis, con 19 días de diferencia entre la primera y la segunda, sin embargo el ganado caprino no cuenta con ninguna vacuna para protegerse de esta enfermedad.
Cabe destacar que la vacuna contra esta enfermedad no llega a ofrecer la inmunidad hasta pasados 21 días de su inoculación, y si bien ambas explotaciones ya contaban con sus animales vacunados, todavía no había pasado el tiempo necesario para que éstos llegaran a conseguir la inmunidad necesaria antes de que se detectara la presencia de este virus.
No obstante, se trata de un brote que no preocupa especialmente a los veterinarios ya que la vacunación se encuentra en un estado muy avanzado, gracias al trabajo elaborado por los veterinarios tanto del Consell como de la Asociación de defensa sanitaria de ovejas y cabras (ADS), lo que a priori permitiría controlar la enfermedad en la Ibiza.
¿Qué es la lengua azul?
La lengua azul es una enfermedad vírica, infecciosa y no contagiosa, que se trasmite a través de la picadura de un mosquito y que no afecta a las personas, no es una zoonosis. Afecta al ganado ovino, caprino y bovino y a algunos rumiantes silvestres. Tampoco representa ningún tipo de riesgo para los consumidores, ni siquiera en cuanto a la carne y a la leche de animales infectados.
Los animales que contraen esta enfermedad sufren inflamaciones en las vías respiratorias altas: tubos respiratorios, mucosas o lengua, lo que les provoca dificultades para respirar y que pueden llegar a suponer la muerte del animal.