Las asociaciones animalistas de Ibiza han declarado la guerra a la concejal de Bienestar Animal de Sant Josep, Guadalupe Nauda. En dos años de gobierno, Nauda ha logrado echarse en contra a unas entidades que recibieron con esperanza su nombramiento, al tratarse de una representante de Unidas Podemos, formación que ha mostrado gran sensibilidad por el bienestar animal desde su aparición. Sin embargo, las actitudes de la edil y su nueva ordenanza sobre tenencia de animales domésticos han colmado la paciencia de activistas como Andrea Manzano (Ibiza, 1971), delegada en Ibiza de la Associació Animalista de les Illes Balears (Assaib). Tiene claro que Nauda «debe dimitir», que «no ha mostrado ni muestra ninguna empatía ni por los animales ni por los vecinos» y que el gobierno municipal no puede mantener al frente de esta nueva concejalía a alguien que «ni siquiera tiene experiencia en este mundo».
—La ordenanza sobre tenencia de animales domésticos de Sant Josep contiene puntos muy controvertidos como el de poder depositar los cadáveres de mascotas de menos de 50 kilos en los contenedores de basura. ¿Esto se puede hacer en otros puntos de España?
—No se hace en ningún sitio. Además, no es un tema que se deba tratar desde Bienestar Animal puesto que los residuos dependen de otra concejalía. Por lo tanto, Nauda ha cogido la ordenanza de residuos y la ha aplicado a la de tenencia de animales. Eso no es de su competencia. Los residuos son competencia de otra concejalía. Por otro lado, la concejala de Bienestar Animal tiene que mirar por el bienestar de los animales y no atentar contra sus derechos ni contra los que los defendemos. Somos voluntarios que llevamos años haciendo esto poniendo, incluso, dinero de nuestro bolsillo. Sin embargo, en el último Pleno de Sant Josep, Guadalupe Nauda se dedicó a lanzarnos reproches ante nuestras protestas. Ni siquiera fue capaz de explicar qué está haciendo para resolver el problema de los gatos abandonados, a los que estamos buscando un terreno, que no tiene que ser muy grande, para hacerles un refugio. Estamos pagándole un sueldo público para que haga reproches a las asociaciones y a los vecinos de Sant Josep. Es algo que no se puede tolerar.
—Hay una recogida de firmas pidiendo su dimisión, ¿no?
—Sí y, por lo que me han explicado, llevan ya más de 8.000 firmas. El alcalde debería ponerla en otro departamento. Ella también lleva Vivienda e Igualdad. Tal vez ahí lo haga mejor. Insisto, no empatiza nada ni con las personas ni con los animales. Es más, se nota que los animales no le gustan. Ni siquiera ha sido capaz de esperar a que se apruebe la nueva ley estatal sobre tenencia de animales, que ha promovido su propio partido. Esto quiere decir que, para cuando se apruebe la ordenanza, nacerá ya obsoleta.
—¿Por qué genera tanto rechazo la posibilidad de depositar los cadáveres de las mascotas en los contenedores?
—¿Le gustaría a usted que su hijo pequeño, al ir a tirar la basura, se encontrara el cadáver de un perro de casi 50 kilos? ¿Le gustaría a Guadalupe Nauda que a sus hijos les pasara eso? La gente en Sant Josep está indignada y espantada. Sobre todo porque Nauda va a gastarse 1,2 millones de euros en un servicio de recogida de animales abandonados. ¿Por qué no destina parte de ese dinero a la recogida de los cuerpos de estas mascotas? Si fuera decente, utilizaría parte de este dinero para poner en marcha este servicio. Pero, le vuelvo a decir, no tiene ninguna empatía y lo demuestra cada dos por tres.
—A ustedes tampoco les ha gustado que se diferencie entre gatos del medio rural y del medio urbano.
—Es que los gatos domésticos son gatos domésticos, estén donde estén. Aquí hablamos de gatos abandonados que se buscan la vida. No son gatos salvajes. Son gatos domésticos que viven en el entorno humano. Y, dado que es un gato doméstico, hay que protegerlo. Con esta discriminación, Nauda no está velando por todos los animales del municipio.
—¿Qué pasó con el convenio firmado con la Sociedad de Cazadores para acabar con estos gatos?
—Está paralizado. Les iba a dar más de 17.000 euros para que mataran a los gatos. Y esto choca con la ley estatal que está haciendo Unidas Podemos, que responsabiliza a las entidades locales de la gestión ética de las colonias de gatos comunitarios, que es una definición que nos encanta. Que sepamos, los cazadores no son entidades locales. Tampoco son una asociación o una empresa que se dedique a los gatos.
—Pero, al final, ¿qué se hará con los gatos?
—No lo sabemos. Nosotros le pedimos en el último Pleno el protocolo de actuación con los gatos y no nos contestó. Nos reprochó todo pero no nos contestó. Nos consta que el Ayuntamiento está llamando a veterinarios para pedir presupuestos para matar a gatos sanos, pero no sabemos nada más. Eso además de los 17.000 euros que pretende dar a los cazadores para lo mismo. La realidad es que los cazadores no han hecho el trabajo. ¡Menos mal!
—La concejala dice que esta ordenanza es producto del consenso con todos los implicados. ¿Cuántas veces se han reunido ustedes con ella?
—Es mentira que haya habido muchas reuniones para preparar esta ordenanza. Nosotros hemos sido invitados a dos. Una se celebró en 2020, vino el abogado Francisco Capacete y dijo que nos iba a ayudar. La segunda reunión fue en marzo de este año pero no para hablar estrictamente de la ordenanza. Por el tema del COVID-19, solo podía ir una persona de cada asociación a estas reuniones y es lo que hicimos, enviar a una persona. La verdad es que la ordenanza es una mierda. Nos pidieron aportaciones pero no han hecho nada con ellas. Es una ordenanza que, insisto, va totalmente en contra de lo que defiende Unidas Podemos y por eso también pedimos su paralización. Hasta el partido ha dicho que no comparte lo que está haciendo Nauda en Sant Josep, sobre todo por el tema de los gatos.
—¿Qué otras cuestiones rechaza Assaib de esta ordenanza?
—El artículo 27, que permite que las podencas, con la excusa de que son una raza autóctona, puedan tener cinco camadas en cinco años consecutivos. Eso es una brutalidad y más en perras como estas. Además, no tiene sentido que, por un lado, el Ayuntamiento promueva la esterilización para evitar los abandonos y, por otro, permita que se haga esto. No es ético. Las asociaciones estamos hartas de recoger perros de caza abandonados.
—Ante esta situación, ¿qué pide Assaib?
—Hemos presentado alegaciones a la ordenanza. Queremos que no salga adelante y, sobre todo, queremos la dimisión de Guadalupe Nauda porque es una persona que no muestra empatía ni hacia los animales ni hacia los residentes de Sant Josep. Nosotros vamos a ir al próximo Pleno con los datos de lo que nos cuesta, por ejemplo, castrar a los gatos abandonados. Es un dinero que ponemos de nuestro bolsillo y resulta que ella nos hace reproches pero no tiene en cuenta que somos las asociaciones las que estamos haciendo el trabajo que tendría que hacer el equipo de gobierno. En el tema de los gatos, el Ayuntamiento tiene la obligación de controlar la superpoblación de gatos y ya le digo que no está haciendo nada. Guadalupe Nauda es una persona que solo quiere escalar en la política.