Los vecinos del edificio Don Pepe consiguieron ayer llamar la atención en la isla de Mallorca al irrumpir en el XIV Congreso del PSIB-PSOE, que se estaba celebrando en Inca. También lograron varios compromisos de reuniones inminentes para abordar su problemática. El tiempo juega en su contra puesto que el 17 de diciembre, como fecha límite, deberán abandonar sus viviendas.
Un grupo de 12 vecinos viajó ayer a la isla mallorquina, aunque fue Isi Martín quien, por unos minutos, captó la atención de los participantes en el congreso. Entre ellos, el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, y el secretario general del PSC y exministro de Sanidad, Salvador Illa, que protagonizaban un coloquio cuando Isi irrumpió.
«Me he puesto muy nerviosa y no recuerdo ni lo que he dicho. Ellos estaban explicando lo mal que lo habían pasado durante la pandemia y quienes lo hemos pasado mal somos nosotros, que desalojaron a los vecinos de las escaleras 1 y 2», relató esta vecina.
Más humanidad. Menos urbanismo a la carta es el lema de la pancarta que logró desplegar esta mujer que cargó contra el PSOE. A gritos, espetó a los asistentes: «Esto no es un partido de izquierdas. Todo es mentira. Me echan de mi casa». «Yo les he dicho que no me iba», afirmó además.
Los vecinos pudieron «colarse» en el congreso socialista al no lucir sus ya conocidas camisetas reivindicativas y pasar desapercibidos. Tras la irrupción, y ya fuera del espacio donde los socialistas continuaban como si nada con sus discursos, pudieron después reunirse con el alcalde de Sant Josep, Ángel Luis Guerrero, así como con otros concejales josepins y con la delegada del Gobierno en Baleares, Aina Calvo.
El primer edil y la máxima representante del Estado en las islas se comprometieron a reunirse de manera inminente con los afectados por el desalojo. «Por lo menos, parece que hemos conseguido algo, que alguien nos escuche y nos haga caso», celebró el grupo de vecinos.
Socialistas como el conseller de Vivienda, Josep Marí, o la secretaria general del PSIB y presidenta del Govern, Francina Armengol, permanecieron impasibles ante las peticiones de los inquilinos de los Don Pepe. «No se entiende la falta de apoyo por parte de un partido como el PSOE», lamentaron éstos.
De hecho, al finalizar el congreso, el conseller Marí abandonó el recinto pasando de largo frente al grupo de ibicencos, que le recibieron con una de sus pancartas.
«Lo que nos ofrecen son ayudas y a mí no me hacen nada. Si tengo que irme el día 17, no tengo sitio para ir. Ayudas durante dos o tres años no me hacen nada», lamentó Isi, quien, a punto de jubilarse, todavía está pagando una hipoteca.
Armengol, habla con nosotros era el lema de la otra pancarta. Tampoco hubo suerte.
Los afectados tienen claro que irán a por todas, tratando de agotar las vías posibles para poder permanecer en sus viviendas. Como publicó el sábado Periódico de Ibiza y Formentera, el Consejo de Ministros podría legalizar estos apartamentos de manera excepcional.