Vicente Ribas Prats ya forma parte, oficialmente, de la Jerarquía de la Iglesia Católica. Hoy se ha celebrado su consagración como nuevo obispo de Ibiza y Formentera ante más de 2.000 personas. El sol, radiante desde que ha empezado la liturgia simbólica, no ha dejado de iluminar la fachada del Recinto Ferial en toda la mañana. Desde primera hora, los asistentes no pudieron ocultar su emoción, especialmente durante la procesión de entrada y durante el comienzo del rito de ordenación de la misa.
Entre los asistentes 20 obispos, más de 100 sacerdotes y representantes de todas las parroquias de Ibiza y Formentera. Alrededor de las 11 de la mañana, el Colegio de Consultores, el Obispo Electo asistido por dos sacerdotes, los Arzobispos y Obispos concelebrantes, el Nuncio Apostólico, un centenar de sacerdotes procedentes de las diversas Diócesis de España se situaron junto al presbiterio.
A continuación, el Nuncio Apostólico de Su Santidad mandó que se diera lectura a las Letras Apostólicas con las que se nombraba al nuevo Obispo de Ibiza. Un diácono las mostró al Colegio de Consultores y al Canciller Secretario de la Curia Diocesana, y las leyó desde el ambón. Terminada su lectura, todos los presentes prestaron su asentimiento a la elección del nuevo Obispo.
Trascurrió el rito eucarístico, presidido por el nuevo Obispo, Vicent Ribas Prats recorrió el recinto bendiciendo a los presentes, entre muestras de afecto. Llegado de nuevo al altar, el nuevo Obispo de Ibiza se dirigió por primera vez a sus diocesanos, pronunciando una breve alocución en la que comenzó pronunciando su lema Vivo et vivam pro Ecclesia.
Destacó la importancia de lo que significa este Sínodo, este "caminar juntos". Por ello, le dedicó palabras de agradecimiento al Santo Padre ante todos los asistentes ya que irá recogiendo el sentir y el pensar de todos, y por haberle nombrado obispo.
El nuevo Obispo hizo un recorrido de sus predecesores reconociendo sus grandes labores y resaltó que su nombramiento no es un reconocimiento a su persona, sino a labor de toda la Iglesia de Ibiza y Formentera.
Agradeció a todos su entrega, servicio, disponibilidad y testimonio. Al mismo tiempo no se olvidó de su familia y amigos de quienes dijo, son un gran regalo de Dios. A su vez aprovechó para agradecer a las distintas autoridades que habían asistido, ya que la diócesis, a través de todos, testimonia la fe y la fidelidad al evangelio.