Siete miembros de la Esquadra de Caramelles de Santa Eulària – Vicent Torres, Aléxis y Aitor Cuenca, David Monje, Salvador Roig, Marc Tur y Carles Juan – acaban de regresar de un fin de semana muy especial en Barcelona donde han difundido este canto ancestral tradicional de las navidades pitiusas.
Este pasado sábado a las 19.15 horas estuvieron en la Catedal de Barcelona y el domingo a las 11.00 horas en la Abadía de Montserrat y gracias a ellos en ambos lugares se pudieron escuchar por primera vez el Sant Goig, les Gotxos de Nadal y la pieza Saltarem, correrem.
Ambas experiencias fueron muy positivas. «Ha sido fantástico, porque no estamos acostumbrados a entonar nuestras caramelles en lugares tan especiales y tan grandes como estos y porque hemos conseguido que nuestros cantos tradicionales hayan sido escuchados por mucha gente fuera de la isla de Ibiza», aseguró ayer a Periódico de Ibiza y Formentera el vicepresidente de la formación, Vicent Torres.
De hecho, según recordó ayer Torres, en la misa de la Catedral asistieron unas 100 personas, «llegando a quedarse mucho gente fuera debido al interés que despertaron les caramelles y las restricciones impuestas por el avance del coronavirus».
Además, en este templo se vivió un momento muy emocionante, tal y como confirmó a este periódico el conseller de Gestión del Territorio, Infraestructuras Viarias y Lucha contra el Intrusismo, Mariano Juan, quien acompañó al grupo durante la primera misa. «Un momento inolvidable para todos los presentes fue cuando les dejaron acceder bajo el altar a la zona donde está la cripta gótica de Santa Eulària, con un sarcófago de mármol policromado inaugurado en 1339, y que al ser la patrona del pueblo de la esquadra, recibió una llarga», expresó.
Emoción en Montserrat
También fue muy emocionante la actuación en la Abadía de Montserrat del domingo a la mañana. «No es nada fácil poder acceder a un lugar tan emblemático como este para los barceloneses y estar allí, junto al altar, con unas canciones que forman parte de nuestra historia, fue increíble», confirmó Torres.
Allí, el éxito fue considerable. «La gente quedó encantada al escuchar las caramelles y, además, nos dijeron que había tantas ganas de escucharlas por primera vez que, incluso, una persona se atrevió a conducir tres horas en coche para llegar al templo y podernos ver en directo».
«Repetir cada año»
Tras ver lo bien que ha funcionado este viaje a Barcelona la intención de la Esquadra de Caramelles es repetir actuaciones al menos una vez al año en otros lugares de España e, incluso, poder llegar hasta el Vaticano. «Sabemos que es un objetivo ambicioso pero nos encantaría que algo tan importante para la cultura de Ibiza pudiera ser escuchado en muchos sitios y por eso queremos empezar poco a poco, con actuaciones regulares, fuera de la isla de Ibiza», concluyó el vicepresidente del grupo de Santa Eulària.
Cantos ancestrales
Según se recoge en un folleto explicativo sobre las caramelles y sobre esta Esquadra de Santa Eulària que ha editado el Ayuntamiento de la localidad, se trata de «un canto ancestral pitiuso cuyo origen se remonta a los tiempos de la Edad Media».
De hecho, «están consideradas como una de las representaciones más arraigadas en las celebraciones religiosas de las fiestas de Navidad de Ibiza y, fundamentalmente de Santa Eulària». Tal es así que, según el folleto, «únicamente se dejaron de cantar en los duros tiempos de la Guerra Civil española».
Se trata de un texto sacramental «que constituye la base del folclore de la Villa del Río, habiéndose transmitido por tradición oral de padres a hijos a lo largo del tiempo» y en ellos se describen fundamentalmente el misterio que rodea al nacimiento de Cristo, en un portal del lejano pueblo de Belén.