Cerrar el 2021 bailando. Muchos ibicencos quisieron despedir este año tan complicado, marcado por esta sexta ola de la pandemia, pisando de nuevo las pistas de baile de los bares musicales.
Muchos residentes se aprovecharon de que Baleares es una de las comunidades que todavía no ha adoptado duras restricciones y salieron a la calle.
Al no existir un criterio común para todas las regiones, salvo la obligatoriedad del pasaporte covid y el uso de las mascarillas en interiores, varios vecinos decidieron celebrar la entrada del año nuevo en los locales nocturnos. Así que, mientras que en Cataluña o Galicia se vivió una Nochevieja sin excesos, sin cotillones y sin noctámbulos deambulando por las calles de la ciudad– debido al endurecimiento de las medidas– en Ibiza se cayó en la tentación.
Los locales del barrio de es Pratet se llenaron de ibicencos dispuestos a brindar con la esperanza de que las cosas puedan cambiar con la entrada de este nuevo año.
«Hemos venido a celebrar la Nochevieja. Con la que está cayendo necesitamos desconectar de alguna manera», destacó Carlos López, un vecino de Vila. Juntó a él, sus amigas Susana y Eva Fernández, dos mellizas ibicencas que ahora están de vacaciones.
«Nos dedicamos a la restauración. Tenemos un restaurante en la ciudad de Ibiza y, sin duda, esta crisis nos ha afectado. Aunque, afortunadamente, podemos continuar a flote. Ya ha pasado lo peor», destacó Eva mientras dejaba la chaqueta en el guardarropa.
En cuestión de segundos, sobre las 02.30 horas, los bares empezaron a colmarse de personas. Por un momento, al observar esa multitud, parecía que la Nochevieja de 2019 se había congelado entre canción y canción. Fuera de la discoteca, a lo largo de la calle de la Virgen, varios vecinos, algunos sentados y otros de pie, fumaban su cigarrillo a grandes caladas mientras sostenían sus dobles de cerveza. Y así, poco a poco, entre conversaciones, risas, lloros e infinidad de bailes finalizó la segunda Nochevieja covid en Ibiza.