El Área de Salud de Ibiza y Formentera informó ayer de que el último ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) corresponde a una mujer embarazada de 28 semanas con covid. La paciente, que tiene 41 años, cuenta con partos anteriores y no registra patologías previas, según destacaron desde el Área de Salud pitiusa. Además, precisaron que, aunque no está intubada, sí está con aporte de oxígeno de alto flujo, estable y bajo la supervisión del equipo de la UCI y del equipo de Ginecología y Obstetricia. Finalmente, desde Can Misses apuntaron que tanto el embarazo como las ecografías son «normales».
En cuanto a la actualización de datos, las Pitiusas ya superan los 7.000 casos activos llegando concretamente a los 7.111, de los que 6.708 corresponden a Ibiza y otros 403 a Formentera. En las últimas horas se registraron 537 nuevos contagios y el número de hospitalizaciones sube hasta los 47 ingresos, de los que cinco permanecen en las unidades de críticos. Respecto a si las personas ingresadas en planta y en UCI están vacunadas o no, desde el Área de Salud precisaron que el 60% de las personas ingresadas no están vacunadas. En cuanto a los profesionales sanitarios, hay 234 en vigilancia activa de los que 107 son positivos.
En el conjunto de las Islas, ayer se contabilizaron 55.796 casos activos de COVID-19, tras notificar 3.494 nuevos casos en un día, 609 menos que el día anterior.
La valoración
Cuando la incidencia de contagios por 100.000 habitantes a siete días es menos de la mitad que la de 14 días, puede que la pandemia entre en fase de contención. Eso es precisamente lo que lleva sucediendo tres jornadas seguidas en Baleares.
La incidencia a una semana fue ayer de 1.220 casos y la de 14 de 2.926. «Efectivamente el primer indicador baja y eso significa que se ralentiza el aumento de casos, aunque el efecto a 14 días no es inmediato. Si no hay nuevos problemas en unos días empezaremos a ver que llegamos al pico de la ola», señala el portavoz de enfermedades infecciosas, Javier Arranz.
«Seguirá habiendo ingresos»
El especialista es cauto ya que «el retroceso puede corregirse y llegaríamos más tarde al pico», señala. De hecho hace días que, teniendo en cuenta este factor, la previsión se había pospuesto a finales de enero o principios de febrero.
Por otra parte, no sólo hay que fijarse en este factor, señala el doctor Arranz. «Habrá que ver también cómo funcionan las tasas de positividad, que están todavía elevadas». Por cada 100 pruebas realizadas en los últimos siete días, 35,4 dieron positivo. «Si mañana hacemos menos pruebas, habrá menos casos pero si mantiene esta tasa no será real», explica. «Las dos cosas van juntas». Donde todavía quedan días de subida es en las hospitalizaciones, «siempre hay este decalaje de unas tres semanas tras los picos, una vez lleguemos es esperable que siga habiendo ingresos».
Ayer había 400 personas en los hospitales de Baleares a causa de la COVID, de las que 84 están graves en una UCI. Sin embargo, ya se ha visto en otras zonas que la variante ómicron da muy pocos ingresos graves y, al ser predominante, puede que la hospitalización no pase al mismo nivel en las camas de críticos.
Respecto a la bajada vertical de casos que se han visto en otros países, «sólo pasaría si de golpe dejáramos de hacer pruebas, que es lo que ha pasado en otros países», señala Arranz. «Si no se dispensaran autotest en las farmacias, por ejemplo».