El obispo de la Diócesis de Ibiza y Formentera, Vicente Ribas Prats, manifestó ayer, en el programa Bona Nit Pitiüses de la Televisió d'Eivissa i Formentera, su deseo de que el Govern balear exija a los docentes de Religión Islámica los mismos requisitos que se exige a los que enseñan Religión Católica.
«No voy a valorar si hay Islam o no hay Islam en los colegios», señaló el obispo, «sólo pido que se exija a los profesores que van a dar Islam lo mismo que están exigiendo al profesorado para dar religión católica».
Asimismo, defendió la enseñanza de la Religión Católica en los colegios porque «los jóvenes lo necesitan y debemos darles todo aquello que les puede ayudar, y esto sin ninguna duda les puede ayudar». Además, invitó a todos aquellos que están en contra de que la religión esté en las aulas a que «abran el Evangelio y que busquen, a ver qué encontrarán allí que pueda perjudicar a un joven. Pienso que es todo lo contrario», manifestó. De cualquier forma, insistió en que se trata de una «opción libre, que la elige el que quiera».
Vicente Ribas hizo referencia a su vez a vez al escándalo que vivió la iglesia pitiusa el pasado año por unos presuntos abusos sexuales de uno de sus párrocos. En este sentido, aseguró que fue «el momento más duro de mi vida» y recordó que este tipo de abusos «es una lacra que hay dentro de la sociedad, que también se ha dado en algunas personas dentro de la Iglesia y que esto no se puede permitir» ya que, según recordó, la iglesia «es un lugar donde todo el mundo se tiene que sentir acogido, se tiene que sentir seguro y tiene que sentir que es su casa».
El obispo de las Pitiusas insistió en que los abusos sexuales «pasan en muchos ámbitos de la sociedad y en muchos colectivos, aunque cuando pasa en la Iglesia, que no debería de pasar, no se trata igual. Si pasa con una persona de otro colectivo, a lo mejor se habla de ello un día, pero pasa con una persona de la iglesia y es portada tras portada».
De cualquier forma, aseguró que el asunto está en manos de los tribunales civiles, por lo que la iglesia «no quiere interferir».
La escasa afluencia de jóvenes a los oficios religiosos fue otro de los asuntos que trató el obispo durante su intervención televisiva. En este sentido, señaló que «cada cosa en la vida tiene su momento. La vida da muchas vueltas y parece que, de jóvenes, tenemos toda la vida por delante y no nos hacemos las grandes preguntas. Pero después la vida te va poniendo en tu lugar y hace que te preguntes muchas cosas y gente que yo nunca había visto en la iglesia, por algo que le ha pasado, ahora la ves. Cada uno tiene un proceso», subrayó.
De cualquier forma, indicó que una de las labores que tiene que hacer la Iglesia es acercarse a los jóvenes «y ver qué es lo que ellos piden y cómo les gustaría que fuese la iglesia, y qué le piden a la iglesia hoy en día». Una aproximación para la que «quizás haya que buscar un vocabulario nuevo».
De hecho, apuntó que ya hay sacerdotes que «están haciendo un gran trabajo y que evangelizan a través de las redes, y aquí en Ibiza también tenemos gente que las manejan muy bien».
Finalmente, manifestó su esperanza de que el sínodo que se está llevando a cabo en toda la iglesia universal nos llevará al nacimiento de una nueva iglesia. «El Concilio Vaticano fue una nueva iglesia, o mejor dicho la misma iglesia pero con una nueva forma de caminar. La esperanza que tengo es que este sínodo será un gran cambio», concluyó.