Aira cumplirá seis años el mes de junio, tiene Síndrome de Down y es la imagen de la felicidad. Siempre está sonriendo y desde hace tiempo se ha empeñado en demostrar junto a su madre Emma Torres que no hay reto que se le resista. Lo último convertirse en una gran gimnasta gracias al trabajo que desarrolla los lunes y viernes por la tarde en el Club Deportivo Es Vedrà de Sant Antoni.
[Gimnasia rítmica inclusiva en el Club Deportivo Es Vedrà, en imágenes.]
Al frente del mismo está su presidenta, creadora y gimnasta profesional, Natalia Herrero. Nacida en la localidad alicantina de Ibi, campeona de España en varias ocasiones, hace unos años vino a vivir a Ibiza y hace unos meses fundó este club que se ha convertido en el primero de gimnasia rítmica inclusivo de Baleares. «Llevo en este mundo desde los tres años, me ha dado mucho, primero como deportista y después como entrenadora o juez, y desde siempre he tenido muy claro que si alguien tiene interés y le apetece probar siempre hay que brindarle la oportunidad de hacerlo», aseguró ayer con una gran sonrisa a Periódico de Ibiza y Formentera.
El club se creó en septiembre de 2021 y en apenas unos meses se ha convertido en un referente. Actualmente entrenan por las tardes en las instalaciones del IES Quartó de Portmany de Sant Antoni dos grupos de unas 20 jóvenes gimnastas. El de las más pequeñas de entre tres y cuatro años lo hacen desde las 16,00 a las 17.30 horas y el siguiente, a partir de cinco años, de 17,30 a 19.00 horas. «Lo que buscamos es que mejoren y desarrollen sus capacidades motoras, su equilibrio, su coordinación o su flexibilidad pero también que se haga grupo, haya compañerismo, cierto nivel de disciplina para cuando estén fuera del gimnasio, y sobre todo mucha diversión, y por eso fomentamos las acrobacias y los juegos combinándolos con la música», explicó Natalia Herrero.
Una serie de mejoras que están notando mucho sus alumnas en el día a día y, sobre todo, la pequeña Aira. Con su simpatía y su esfuerzo constante se ha ganado a sus compañeras y se ha convertido en una más del grupo. «Una de las cosas que te aportan los deportes de equipo es aprender a trabajar juntos, ser compañeros y saber que si queremos mejorar hay que ayudarse, y con Aira esto es muy fácil porque es una niña estupenda que aprende muy rápido y que nos está enseñando muchas cosas a todas nosotras».
Además, según Herrero, está mostrando una gran evolución. «Lógicamente aprende un poco más despacio que el resto de sus compañeras pero rápidamente ha perdido el miedo, ha mejorado mucho en su coordinación y en su equilibrio y aunque llegó sin poder dar una voltereta en apenas un mes y medio nos está dejando a todos con la boca abierta por su capacidad de superación y por los valores que está trasladando a todos con su actitud y su presencia en el grupo».
Un ejemplo para los demás
La madre de Aira es la ibicenca Emma Torres, profesora de niños con necesidades especiales y vicepresidenta de la Asociación Ibiza IN que desde que se creó en mayo del año pasado se ha propuesto conseguir todas las personas puedan disfrutar de las mismas actividades, sin distinciones por su funcionalidad. «Lo que está haciendo Natalia es pionero y sumamente importante porque está demostrando a otros clubes deportivos que la inclusión es posible en este campo y que personas o niños con otras capacidades tienen hueco generando beneficios para unos y para otros».
De hecho, Torres aseguró que para la gimnasta y presidenta del Club Deportivo es Vedrà todas sus alumnas son iguales. «Una de las cosas que nos encanta es que no hace distinciones, las trata con cariño y disciplina, y eso hace que la integración sea aún mayor porque al final todas son amigas y compañeras dentro de un mismo grupo, ayudándose y esforzándose por el bien del colectivo».
Por último Torres recordó con satisfacción lo logrado por su pequeña Aira y pidió a otros padres que no tengan miedo a hacer lo mismo. «Es fascinante todo lo que ha conseguido desde que comenzó en el club y eso me demuestra que tenemos que perder los miedos y los prejuicios que a veces nos atenazan y convencernos que los límites y las barreras únicamente están en nosotros mismos».