La consellera balear de Presidencia, Mercedes Garrido; el conseller balear de Vivienda, Josep Marí Ribas, y el presidente del Consell d'Eivissa, Vicent Marí, se reunieron ayer en la sede de la máxima institución insular con todos los municipios para avanzar en las medidas para atajar las fiestas ilegales en casas y villas de campo. Al término del encuentro, el responsable balear de Vivienda expresó que es conocedor del problema, perjuicio y molestias que causan estos eventos ilegales y afirmó que comparte la preocupación de todos los municipios. Sobre la propuesta que elevó el Consell d'Eivissa al Govern para atajar este problema, Marí Ribas precisó que «el Govern ha hablado de aceptar una buena parte de la propuesta del Consell d'Eivissa. Hemos hablado, hemos discutido y se seguirá trabajando de manera conjunta con el Consell d'Eivissa para ver si es posible. Tenemos la propuesta de Ibiza y el Govern la estudia con ganas para ver hasta dónde se puede aceptar», explicó Agustinet sin querer avanzar qué es lo que se aceptará de la propuesta de la máxima institución insular ibicenca.
La propuesta de Ibiza se centra en que cuando se esté celebrando una fiesta ilegal, ya sea en una vivienda o en un local, no haga falta la solicitud previa de una orden judicial para poder acceder a su interior ya que no pueda ser considerado «a estos exclusivos efectos, un domicilio o un lugar necesitado de consentimiento del titular; sino que sea considerado un lugar de pública concurrencia (como locales abiertos al público) donde se lleva a cabo una actividad prohibida y a los efectos de proceder única y exclusivamente al desalojo de las personas asistentes», entre otros detalles.