«Esto no es diálogo ni es consenso, esto es imposición», espetó con evidente enfado contenido el presidente del Consell d'Eivissa, Vicent Marí, tras la presentación este viernes del Decreto ley de medidas urgentes para la sostenibilidad y la circularidad del turismo de las Illes Balears. El presidente no quiso entrar en el fondo, a falta de estudiar en detalle un texto que conocieron este viernes, pero se mostró muy crítico con las formas «que son reprobables y reprochables».
La presidenta del Govern, Francina Armengol y el conseller de Modelo Económico, Iago Negueruela, presentaron este viernes por la tarde en el Museo Arqueológico de Ibiza la nueva norma, en un acto al que acudieron varios alcaldes de la isla, patronales y sindicatos.
El texto incluye una congelación de la concesión de nuevas plazas turísticas, que en Ibiza afectará a las 9.500 plazas disponibles según el Consell, aunque el Govern indicó en su nota que son 7.000. «Ni siquiera el número de plazas que se incluye en la exposición de motivos coincide con la realidad, es vergonzoso, podían haber llamado para consultarlo», criticó el presidente del Consell a este respecto.
Los detalles del decreto, que incorpora medidas sociales, medioambientales y de modernización y simplificación administrativa, se desarrollan en la página siguiente.
Marí reprochó a la presidenta del Govern no haber dialogado ni haber pedido la participación del Consell d'Eivissa en la aprobación de la norma. «Todos podemos estar de acuerdo en los objetivos de la circularidad y la sostenibilidad, no entraré a valorar el fondo porque todavía no lo hemos podido analizar, pero las formas no son las correctas», dijo el presidente tras detallar que había recibido una llamada cinco minutos antes de la aprobación del texto para anunciarle que se iba a aprobar.
Detalló que la semana pasada se les presentó el borrador del texto, pero sin plantear ninguna reunión para tratar el tema.
El presidente del Consell consideró que se trata de una norma necesaria respecto a la que «se comparten los objetivos», es por ello que dijo no entender las «prisas» a la hora de aprobarla y que no se haya permitido a la institución insular hacer aportaciones.
Valoró que una ley tan importante que afecta al principal sector económico de la isla debía contar con la participación de los ibicencos. «Desde Mallorca no se nos pueden hacer leyes que luego los consells tenemos que asumir y aplicar. Los consells tienen sus competencias y es lógico que participen en una ley que altera esas competencias».
Sin entrar al detalle, valoró que el texto es «muy mejorable» y que entre otros aspectos ha obviado el tratar otros ámbitos, además del hotelero, dentro del sector turístico.
Sorpresa de los hoteleros
Por su parte la presidenta de los hoteleros expresó su sorpresa por la moratoria de concesión de nuevas licencias turísticas de la que dijo haber tenido noticia en la misma rueda de prensa. «No son los tiempos ni las formas», consideró, dado que la federación sí había podido tratar el desarrollo del decreto estas dos últimas semanas sin que este tema hubiera estado sobre la mesa.
Se mostró decepcionada al no haberse incluido en la norma la prohibición expresa de los albergues turísticos, como se había pedido desde Ibiza. Respecto al contenido general de la norma, si bien no quiso entrar en el fondo a la espera de un análisis en profundidad de la norma, indicó que el cambio de camas está «asumido» por el sector como una medida que redunda en el bienestar de los trabajadores y se mostró satisfecha con la simplificación que se había hecho de la exigencia de una plan de circularidad para los establecimientos hoteleros.
El apunte
Divergencias en la coalición del Consell de Formentera
La presidenta del Consell de Formentera, la socialista Ana Juan, tildó de medida «valiente» y «necesaria» la nueva ley de Turismo aprobada ayer por decreto por el ejecutivo balear. Juan considera que es el «momento adecuado» para «repensar» el futuro de Formentera y el modelo para la Comunidad Autónoma, señaló en declaraciones a los medios.
Unas declaraciones que contrastan con lo expresado por la consellera de Ordenación Turística, Alejandra Ferrer de Gent per Formentera, que valoró que la norma no tiene en cuenta las características del sector hotelero de Formentera y que en algunos aspectos es «contradictoria», al hablar de sostenibilidad y circularidad pero permitir ampliaciones hoteleras.