Los vecinos y comerciantes del puerto de Ibiza recordaron ayer la importancia de la llegada de megayates al muelle de Levante, principalmente para las cajas de los negocios cercanos.
«Sí se nota porque es un atractivo más. Cuando atracan esos yates, que son difíciles de ver en otros lugares, es un aliciente más. Si no vienen, económicamente es un perjuicio para la zona», reconoció el presidente de la asociación de vecinos y comerciantes, Joaquín Manuel Senén.
Según explicó también, en 2021 se mantuvieron pendientes del concurso sobre grandes esloras en el muelle de Levante, aunque finalmente sólo pudieron contabilizar un megayate y fue a mediados de temporada.
En caso de que este año tampoco se adjudique la concesión, para vecinos y comerciantes supondrá dar «pasos atrás» en la dinamización del puerto.
Senén recordó cómo la mera presencia de estas impresionantes embarcaciones atracadas en el puerto de Ibiza provoca la visita de centenares de personas -residentes y turistas- que no dejan de fotografiarse junto a los megayates y que aprovechan para cenar o realizar compras por la zona.
«Pensábamos que iban a adjudicarse las concesiones. Si al final no es posible y no atracaran los megayates, es algo que valoramos de manera negativa», insistió Senén.
Es Martell
Para la asociación, otro tema que les preocupa es la adjudicación de los locales comerciales en Es Martell, también en suspenso.
De esta manera valoró ayer el presidente de los vecinos y comerciantes la información publicada por Periódico de Ibiza y Formentera relativa a que la Autoridad Portuaria de Baleares (APB) continúa estudiando las ofertas presentadas para la adjudicación de la concesión de grandes esloras en el muelle de Levante del puerto de Ibiza, un proceso que se abrió en octubre de 2020 y del que no hay una previsión de posibles plazos por el momento. Desde el ente portuario aseguraron que «la intención es que esté adjudicada para el verano», algo que pusieron ayer en duda los vecinos y comerciantes.
La situación parece que se repite meses después puesto que en junio de 2021, prácticamente a las puertas de una incierta temporada, los comerciantes de la zona del puerto ya reconocieron su preocupación y enfado por el hecho de que Autoridad Portuaria de Baleares no fuera a resolver a tiempo el concurso de las grandes esloras en la dársena de Levante.
Senén aseguraba entonces que la ausencia de los megayates iba a tener un «gran impacto en toda la zona» ya que suponen un reclamo turístico para todo el área de La Marina.
A la concesión de este espacio portuario aspiraban tres empresas: Marina Sa Riba, Puerto deportivo Botafoc y IGY Gestora de Marinas Spain.
Como novedad, en esta concesión se permitía el atraque de embarcaciones a partir de 20 metros de eslora, en el caso de que sean de base -es decir, con una estancia mínima de seis meses al año- o bien transeúntes en temporada baja. Esta medida se tomaba con el objetivo de garantizar una mayor presencia de embarcaciones y potenciar así la actividad económica de la zona de la Marina durante toda la temporada.
Dos líneas de atraque
Al igual que la anterior, esta nueva concesión comprende la gestión de 42.152 metros cuadrados de superficie -38.852 metros cuadrados de lámina de agua y 2.745 metros cuadrados de tierra- y de dos líneas de atraque, una de 240 metros en el muelle de Levante y otra de 115 metros en el lado este del Contramuelle, conocido popularmente como es Martell.
También formará parte de la concesión la planta baja del edificio de es Martell, de unos 600 metros cuadrados, que podrá ser destinada a locales comerciales para aquellas actividades autorizadas por la APB. La cubierta y las escaleras del edificio continuarán siendo de uso público como hasta ahora, al igual que la superficie del muelle, donde queda prohibida la instalación de cerramientos o mamparas que impidan el uso peatonal. El plazo de la concesión será para un máximo de doce años con una tasa de ocupación a mejorar de 408.019,20 euros anuales.