Sant Josep ha habilitado paneles informativos en el bosque de sabinas de la playa ibicenca de Cala Bassa, uno de los más antiguos y mejor conservados de la isla. El objetivo, según el Ayuntamiento, es que los asistentes conozcan un poco más en profundidad una de las joyas escondidas de Ibiza.
En total, se han instalado cinco tablones en los que se puede aprender mucho sobre este árbol mediterráneo, que puede vivir centenares de años, puesto que resiste condiciones ambientales muy adversas. Esta exposición, que se llama, El bosquet de savines de Cala Bassa, se ha financiado con fondos del 3% de la licitación de las concesiones a playas de Sant Josep.
Señalaron que el crecimiento de este árbol es muy lento, pero su presencia en las playas tiene un importante papel, ya que contribuye a fijar la arena de las dunas. Además, los frutos de la sabina, los sabinones, a pesar de ser venenosos constituyen una parte importante de la dieta alimentaria de las lagartijas y de algunos pájaros.
Subrayaron que la madera de la sabina es muy resistente, sus troncos se han utilizado durante siglos en la arquitectura popular pitiusa, para fabricar jácenas, vigas y tejuelos que sostienen los techos de muchas casas.
También, según dichas fuentes, se han empleado para hacer puntales para chabolas de pescadores, para estalonar higueras y emparrados. En este sentido, desde el Ayuntamiento explicaron que estos paneles, que se encuentran distribuidos junto a las pasarelas de madera que transcurren junto al sistema dunar y las sabinas, se han fabricado siguiendo los criterios del Manual de señalización que utiliza el Govern balear en la Red de espacios naturales de las Islas Baleares.