Las conclusiones de la cumbre internacional sobre Movilidad Segura que finalizó este viernes en Ibiza se centraron en la necesidad de impulsar acciones urgentes para recuperar los niveles internacionales de turismo previos a la pandemia. Para lograrlo, una buena fórmula sería conseguir la interoperabilidad de los distintos certificados Covid existentes en el mundo.
La ministra de Turismo, Reyes Maroto, anfitriona del encuentro en el que participaron mandatarios de 36 países, destacó este viernes la labor del Gobierno de Pedro Sánchez a la hora de liderar iniciativas destinadas a definir pautas de actuación que garanticen un entorno seguro en los viajes internacionales. Según Maroto, la intención de la Cumbre era dar un impulso decidido a esta labor, necesaria para acelerar el retorno a una movilidad segura.
La cumbre fue organizada por el Gobierno español junto a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y su objetivo era precisamente definir nuevos protocolos internacionales en movilidad.
Maroto reiteró que se deben adoptar y promover un conjunto de reconocimientos y principios comunes para facilitar la recuperación de los viajes internacionales. En este sentido, destacó que parte de la cumbre se centró en lograr que los distintos certificados Covid sean interoperables y sirvan en cualquier país del mundo.
«Una de las conclusiones que vamos a trasladar a la presidencia del G20 es avanzar en la interoperabilidad de los distintos certificados y desde la OCDE se van a desarrollar proyectos piloto que nos permitan tener un sistema de sistemas, una unificación de estos certificados», manifestó Maroto.
«Este es un compromiso que ya se ha asumido y es uno de los más importantes», añadió. La ministra, sin embargo, no pudo precisar fechas para la puesta en práctica a nivel mundial de todas estas medidas.
La responsable de Turismo explicó que el objetivo es que un ciudadano europeo con el Certificado Covid de la UE pueda viajar fácilmente con este documento a países como Estados Unidos, Canadá o Japón.
Los participantes también coincidieron este viernes en la importancia de disponer de protocolos comunes «para evitar crear desconfianza y confusión entre los viajeros», por lo que defendieron colaboraciones «más estrechas»en el futuro. También apostaron por plantear al G20 la manera de garantizar que las medidas que se están desarrollando contribuyan a crear sistemas sanitarios más resilientes para que, en caso de nuevas pandemias, pueda evitarse el impacto negativo sobre el sector turístico.
«Hemos instado a la presidencia de Indonesia del G20 a brindar el necesario apoyo político para garantizar que el trabajo acordado en esta importante reunión avance con carácter de urgencia», indicó también la ministra.
Por ahora, no será hasta el encuentro de noviembre del G20 cuando los distintos países puedan definir sus posturas sobre las peticiones acordadas en la cumbre ibicenca.
El embajador de España en la OCDE, Manuel Escudero, reconoció que en el organismo estaban «muy contentos» con el resultado del encuentro internacional celebrado en Ibiza, un trabajo «a largo plazo» que se inició en 2020 cuando se consideró necesario trabajar en la recuperación de la movilidad internacional. Escudero recordó que se está saliendo de una pandemia, aunque las nuevas variantes pueden suponer también amenazas y «necesitamos asegurar la tranquilidad de todo el mundo» en relación a cuestiones como la movilidad.
En este sentido, la ministra defendió que todos los países deben entender que lo acordado este viernes en Ibiza es la base para llevar a cabo una gestión responsable de una situación tan insólita como pueda ser una pandemia, definiendo los errores y aciertos logrados a lo largo de los últimos meses y preservando siempre la movilidad internacional en caso de nuevas olas de Covid o de nuevos virus.
Representantes de gobiernos como Israel, Grecia, Japón o Australia, acudieron en Ibiza a la Cumbre Internacional sobre Movilidad. «Debemos comprometernos a una solución global porque la pandemia es global», concluyó Maroto.