El Ayuntamiento de Sant josep ha podido restablecer el suministro de agua desalada a los abonados del ramal de la red municipal que llega a Sa Caleta, alrededor de unos 2.500. Todos estos usuarios empezaron a recibir agua de pozo en julio pasado, cuando el municipio vio recortado el caudal que recibe de las desaladoras de la isla, que gestiona Abaqua. Con la reducción del consumo que se ha consolidado en los últimos días en Sant Josep se ha considerado que se puede recuperar la distribución normal de agua desalada también en esta parte del municipio.
Durante la mañana de hoy se han realizado las maniobras para restituir el suministro al depósito de Puig Cardona, desde donde sale el ramal de sa Caleta, que pasa por zonas de Sant Jordi como Can Bellotera y Can Frígoles. Desde mediodía el fluido que llega a las casas es ya la misma agua desalada del resto del municipio y se puede consumir con toda garantía, aunque desde los servicios municipales de agua recuerdan que todavía pueden persistir diferencias de sabor y calidad en algún punto del ramal durante el día de hoy, mientras se renueva completamente el caudal de las tuberías, que mañana se da por hecho que ya no persistirán.
La agencia balear venía suministrando 17.500 metros cúbicos de agua diarios durante la primera mitad del año, pero a primeros de julio informó al Ayuntamiento de que se bajaría a los 16.500 metros cúbicos de agua al día con efecto inmediato, un descenso de 1.000 metros cúbicos diarios, equivalente al consumo de esta parte de la red, que es a la vez el tramo con peor rendimiento, por lo que «se tomó la dura decisión de proporcionarle un suministro alternativo mientras no fuera posible garantizar el abastecimiento de todo el municipio con agua buena», como ha recordado el alcalde, Ángel Luis Guerrero, quien también es el responsable de la gestión del agua en el municipio.
Guerrero ha agradecido la paciencia de los ciudadanos que han tenido que sufrir ese empeoramiento de la calidad del agua y ha destacado el hecho de que el restablecimiento de la normalidad en el suministro «ha llegado antes de lo que habíamos pensado y esto ha sido posible gracias a que estamos gastando menos agua y eso es muy positivo porque entendemos que se está haciendo un uso responsable para evitar derrochar un recurso precioso y escaso en nuestra isla». El alcalde ha recordado su compromiso de compensar a los afectados por esta situación y ha destacado que «las inversiones en la mejora de la gestión del ciclo del agua deben seguir siendo una prioridad en nuestro municipio, como nos hace ver este episodio que afortunadamente dejamos atrás».
El alcalde de Sant Josep ha recordado que en los últimos dos mandatos el municipio ha invertido más de 15 millones de euros en renovar su red de aguas «que estaba muy obsoleta y perdía más agua de la que llegaba a las casas por la desidia de los que gobernaban antes» y destacó que este esfuerzo se ha hecho «prácticamente sin ninguna ayuda de nadie más que los impuestos que pagamos los josepines y josepinas». Precisamente, la próxima gran inversión que se prepara es la renovación del ramal de sa Caleta, que es la última gran arteria de la red municipal pendiente, con una actuación que costará unos 2,5 millones de euros y que saldrá a licitación « en breve».
Con la red renovada en su totalidad, el siguiente paso que ya planifica el Ayuntamiento es la construcción de depósitos de capacidad suficiente para poder cubrir temporalmente las necesidades de la población en casos de interrupción del caudal de agua desalada por cualquier causa. A día de hoy, Sant Josep es el único municipio que se abastece sólo de agua de las desaladoras sin que en su municipio haya ninguna de estas plantas, siguiendo la recomendación de la Abaqua de ayudar a la recuperación de los acuíferos reservando las extracciones de agua para atender las puntas de consumo durante el verano.