Sin poder contener las lágrimas y con pañuelos de papel en las manos. Así vivieron ayer decenas de británicos de Ibiza el funeral de Estado de la reina Isabel II, fallecida hace 11 días en el Castillo de Balmoral, en Escocia.
En total, más de 100 ingleses se han reunido este lunes en la taberna Cebo para rendir un homenaje de despedida a «su reina», un adiós que duró más de cinco horas en este local de Sant Antoni.
Antes de las doce del mediodía, comienzo de la ceremonia, los asistentes ingleses empezaron a ocupar las mesas de madera de la taberna para vivir, pegados a los televisores del local, todos los actos solemnes del funeral.
Silencio absoluto en la taberna al paso del féretro.
Una llegada ruidosa y agitada que contrastó con los minutos de silencio que reinaron en la taberna una vez el féretro de la reina salió del palacio de Westminster y comenzó a recorrer sobre un catafalco varios metros hasta llegar a la Abadía de Westminster, donde se realizó la misa.
«Después del funeral de Estado del presidente John F. Kennedy y del acto solemne por Mahatma Gandhi, esta ceremonia es la más importante del mundo. Más de 2.000 invitados, 500 altos mandatarios mundiales y un billón de personas pegadas al televisor para ver esta despedida», señaló algo emocionado el presidente de la Asociación de Residentes y Empresarios Británicos en Sant Antoni y su Bahía (Arebri), Martin Makepeace.
Junto a él, estaban sus compatriotas David Reynolds y Peter Hackinson, que no quitaban ojo a la pantalla. «Ha venido mucha gente a la despedida. Me ha sorprendido la presencia de varios jóvenes, están muy implicados en este acto conmemorativo. Aunque son los más mayores los que están visiblemente emocionados», explicó Martin mientras señalaba a Peter con un gesto de cabeza.
No es para menos. Este hombre, que se encontraba con su mujer dentro del local, ha vivido el prolongado mandato de la monarca más longeva desde que fue coronada en 1953. «Recuerdo que tenía siete años cuando presencié este acto con mi familia en Londres. Nunca olvidaré la imagen de Isabel II portando la corona imperial», subrayó este veterano británico con los ojos vidriosos.
Sin duda, esta ceremonia celebrada hace 70 años marcó el inicio de un reinado histórico que, según este inglés, será difícil de superar.
Sentimientos encontrados
Pese a la tristeza que se ha vivido este lunes por el funeral de Isabel II, también se observaron en los presentes momentos de positividad. «Es un buen día para cerrar una época y abrir otra. Hay que apostar por Carlos III como nuevo rey de Inglaterra. Sabemos que igualar a su madre es muy complicado, ella era un ejemplo para todos, pero no hay que meterle presión», explicó Martin mientras Cristin Mayer asentía a sus palabras. Esta mujer y su amiga Debi estaban mirando la pantalla sin pestañear esperando, como el resto de los presentes, que la reina emprendiera su viaje final al Castillo de Windsor, donde la monarca fue enterrada junto a su marido, Felipe de Edimburgo.
Conectar generaciones
«Nosotros somos muy monárquicos y ella, durante su reinado, ha sabido conectar varias épocas y varias generaciones. Por eso hoy ha venido gente de todas las edades para rendirle un homenaje de despedida y celebrar su vida», explicó Martin.
En este sentido, cabe recordar que los británicos de Ibiza enviaron un mensaje de condolencias al Palacio de Buckingham, en Londres, tras el fallecimiento de la reina. Fueron los miembros de la Asociación Británica de San Antonio los que se desplazaron para dejar una carta personal en homenaje a Isabel II.
En este mensaje, los británicos le agradecieron sus más de 70 años de servicio «desinteresado» e «inquebrantable» a su nación y la Commonwealth. «Su trabajo ya está hecho, pero estamos seguros de que ha transmitido su sabiduría al rey Carlos III para continuar con su increíble legado. Feliz sueño su Majestad», finalizaba la misiva. Sin duda, con esta despedida, Inglaterra se enfrenta a muchos cambios, una nueva etapa que ya ha visto como el tradicional ‘God Save the Queen' ha dejado paso a un nuevo ‘God Save the King', el himno nacional de Reino Unido que tras muchos años vuelve a cambiar para los británicos. «Una nueva etapa nos espera. Ojalá sea igual de próspera que la anterior», puntualizó Martin.