transportado al municipio al medievo durante cuatro días. Ayer se vivió una última jornada en la que continuaron los espectáculos, diferentes actividades infantiles y las exhibiciones por algunas zonas de la localidad como el Passeig de ses Fonts, s'Era d'en Manyà y las calles Bisbe Torres y Rosell.
Decenas de vecinos y visitantes se acercaron ayer a Sant Antoni para vivir en directo la cita final de esta undécima edición. Enseguida el mercado se empezó a llenar de diversos personajes tradicionales como los piratas que, maquillados y ataviados para la ocasión, practicaban su habilidad con pelotas de malabares de circo.
Artesanía
Esta edición ha contado con la participación de cerca de 80 puestos de artesanía y alimentación, espectáculos, zona infantil, animación y muchas sorpresas más. Entre ellas, un puesto de caligrafía árabe junto a otros donde los artesanos mostraban en directo como realizaban sus piezas. Sin duda, esta Fira Marinera Medieval ha ayudado a fomentar e impulsar la gastronomía local, puesto que más de la mitad de las casetas correspondían a productores ibicencos. Desde ropa a calzado, pasando por telas, cestería y bisutería. La oferta ha sido tan amplia durante estos cuatro días que los asistentes han participado en muchas de las actividades celebradas en Sant Antoni, especialmente los más pequeños. Los niños se dejaron envolver por el ambiente completamente medieval y se disfrazaron de diversos personajes.
Para ello, una maquilladora los convirtió en figurantes de esta época para que pudiesen viajar por los siglos XIII, XIV, XV y XVI, que fue cuando Ibiza se convirtió en la isla de los piratas. Cabe recordar que este evento ha contado con un amplio programa de actividades. Se han incluido 25 animaciones diarias representadas por 10 compañías y más de 50 artistas de distintas partes de España. También se instaló una zona infantil, situada cerca del aparcamiento que hay en el Carrer Rosell, con cuentacuentos, espectáculos de magia, talleres, pintacaras y divertidas atracciones como una gran noria o sillas giratorias. Una propuesta muy especial que ha supuesto el regreso de la Feria Marinera de Sant Antoni tras dos años de ausencia.