De los más de 100 facultativos que han pedido marcharse de Baleares en lo que va de año, 28 ejercían en Ibiza y Formentera, según confirmó este viernes a este medio el Colegio de Médicos de Baleares (COMIB).
De los 28 facultativos, 16 ejercían en Medicina General y tres en Medicina Familiar o Comunitaria. Un total de 21 de estos profesionales optaron por trasladarse a otra provincia; otros tres se marcharon al extranjero; uno de los médicos solicitó una excedencia y tres decidieron seguir con sus estudios.
Desde el Sindicato Médico en las Pitiusas lamentaron que, en lo que va de año, en España se han solicitado ya más de 20.000 certificados de idoneidad para trabajar fuera del país, lo que permite hacerse una idea de la situación.
«Se forman aquí puesto que tenemos unos antecedentes excelentes de cara a países europeos. Se forman y se van. Es algo realmente llamativo», consideraron. Otros facultativos estarían optando también por marcharse a trabajar a la sanidad privada, una situación que está siendo más habitual en el caso de Mallorca. «Podríamos tener la mejor sanidad del mundo, pero no la tenemos porque el médico está exprimido laboralmente y no se le reconocen bien sus méritos», manifestaron desde Simebal, afirmando que es un «binomio intolerable» y, por ello, muchos facultativos optan por marcharse fuera del país, donde hay mejores retribuciones y condiciones laborales.
El déficit de profesionales, aseguraron desde el Comib, lleva a una mala atención al paciente y a una sobrecarga laboral, por lo que solicitaron que se dignifique su labor. Para evitar esta «fuga» de profesionales, el Servicio de Salud de Baleares anunció recientemente que iba a realizar contratos mínimos de tres años a todos los médicos de familia que vengan a las islas. También se contemplará la posibilidad de prolongar el contrato mediante una interinidad. Con esta medida, el objetivo del IB-Salut es dar una respuesta a las necesidades de profesionales en Medicina de familia en los centros de Atención Primaria de Mallorca, Menorca e Ibiza.
Las peticiones
Este pasado jueves, el Comib, junto al Sindicato Médico y a las cuatro sociedades científicas de profesionales de Atención Primaria, lanzó un grito de auxilio ante una situación «insostenible» por la gran demanda y falta de efectivos. Estos profesionales han elaborado un decálogo que han hecho llegar a la Conselleria de Salud con medidas a adoptar para reducir la carga laboral y atender mejor a la ciudadanía.
Entre las propuestas, destaca visibilizar y concienciar sobre la labor del médico de familia; que haya una mayor inversión económica en Atención Primaria porque se considera insuficiente; menos burocratización en su labor; agendas cerradas con un máximo de 25 consultas diarias y un mínimo de 10 minutos por paciente; o adecuar y limitar a 1.500 el número de tarjetas sanitarias que lleva cada profesional, menos de 1.000 en el caso de los pediatras. Estos colectivos criticaron también que, según las últimas cifras publicadas, Baleares es la comunidad con menos médicos de cabecera por población, con más de 1.700 pacientes de media por facultativo.