El vicepresidente segundo del Consell d'Eivissa y conseller de Innovación, Transparencia, Participación y Transportes, Javier Torres, lamentó ayer que, pese a sus esfuerzos, nada se sabe sobre la petición de que los transportistas de Ibiza queden exentos de la obligación del uso del tacógrafo.
«Pierde el sentido y supone una carga administrativa para las empresas porque, por ejemplo, si el conductor falla a la hora configurar los datos, puede haber sanciones muy importantes», advirtió el conseller.
Torres recordó que tanto el Consell d´Eivissa como el de Menorca aprobaron solicitar al Estado que aplicara la normativa europea en estas islas para que quedaran exentas de esta obligación: «Nos reunimos con el Ministerio de Transportes para explicar nuestro caso y no salió nada porque argumentaron que Canarias todavía no tenía las cosas claras y, según el Ministerio, no podían hacer una norma para Canarias y otra diferente para Baleares. Entendemos que sí se podría».
Las conversaciones con el sector sobre este asunto comenzaron a principios de legislatura, según recordó también el responsable de Transportes. A finales de septiembre, el Boletín Oficial del Estado publicó un Real Decreto que actualizaba las excepciones del uso del tacógrafo en todo el Estado. En Mallorca, Menorca e Ibiza -solo Formentera quedó libre- los transportistas deben seguir utilizando este aparato, a pesar de las dimensiones territoriales de las islas y de que la normativa europea permitiría no usarlo en territorio ibicenco. Por ello, los transportistas de Ibiza no ocultaron entonces su «gran indignación» al no quedar excluidos, una vieja reivindicación que vienen formulando desde hace años.
También el conseller balear de Movilidad, el ibicenco Josep Marí Ribas, se había comprometido ante transportistas de Ibiza a hacer todo lo posible y a mediar ante el Ministerio para no incluir a Baleares en el uso obligatorio del tacógrafo. En este sentido, Torres lamentó que «no tuvimos ninguna noticia más al respecto», por lo que el Govern «ha incumplido su palabra y el sector sigue bastante disgustado».
Desde el Consell d'Eivissa reconocieron que «continúan explorando opciones» para tratar de presionar y conseguir que Ibiza quede exenta del uso del tacógrafo, pero «no depende solo de nosotros, sino que depende del Gobierno de España». Los transportistas recordaron que el tacógrafo está pensado para transportistas en la Península o en el resto de Europa, «pero en Ibiza, cómo se va a conducir durante cuatro horas y media sin parar. Es imposible».
También explicaron que la normativa europea indica que islas con menos de 2.300 kilómetros deben estar exentas del uso de este sistema, mientras que la ley estatal señala la excepción solo para islas con menos de 250 kilómetros. «Si un camión sube a un barco a las 9 de la noche, llega a Ibiza de madrugada y, después de bajar, el conductor se dirige al polígono para descansar unas horas más, el tacógrafo indica después que durante ese periodo se ha movido el camión y, por lo tanto, el tiempo de descanso es insuficiente.
Las denuncias llegan a los 2.000 euros y vas acumulando multas, las recurres y, menos mal que este año han aplazado la renovación de tarjetas porque tienes que estar limpio, sin multas pendientes, para renovarlas. En caso contrario, deberíamos cerrar la empresa. Estamos en Europa para todo, no solo para lo que nos vaya bien, y la norma dice que no se debe usar el tacógrafo en islas de menos de 2.300 kilómetros cuadrados», explicaron los transportistas.
Frente común
Cabe recordar que las principales federaciones y asociaciones de transportistas de Canarias y Baleares, entre ellas la patronal ibicenca Pimeef, informaron a mediados del mes pasado de la realización de un frente común para pedir una regulación diferenciada para el uso del tacógrafo en las islas, al entender que su exigencia de igual modo que en la península resulta de «imposible cumplimiento» y motiva la «imposición injustificada de sanciones» a los transportistas insulares.
De este modo, optan por plantear a sus respectivos gobiernos autonómicos, así como a los gobiernos de cada una de las islas, una propuesta consensuada para exigir una regulación diferenciada del uso del tacógrafo en sus respectivos territorios, para que a su vez sea trasladada al Gobierno central para su posterior tramitación y aprobación legal.
Los transportistas explicaron entonces que la normativa europea aprobada en 2020 permitía excepcionar el uso del tacógrafo a los transportes que discurran por islas cuya superficie no supere los 2.300 kilómetros cuadrados, lo que en la práctica eximiría de la obligación de uso a todas las islas españolas, a excepción de Mallorca e Ibiza.
Por ello, criticaron que el decreto aprobado en septiembre no recogió tal previsión, optando por mantener la regulación anterior de exceptuar sólo a las islas que no superen los 250 kilómetros de superficie, lo que, según han manifestado, son sólo una décima parte de lo que prevé la normativa europea y deja únicamente excluida a Formentera.