Tras las dos acciones solidarias impulsadas en las últimas semanas por Jorge Nacher, el material recogido en la isla de Ibiza emprendió este pasado viernes rumbo a Turquía y Siria. El objetivo es paliar, en la medida de lo posible, la terrible situación que atraviesan los afectados por el terremoto que hace algunas semanas asoló estos países.
Este vecino de Sant Antoni invirtió este sábado varias horas en recoger, clasificar y ordenar todo el material donado por muchos vecinos de Ibiza. Primero lo hizo en Can Coix y después en las instalaciones del Portmany, para salir después rumbo a Mallorca y entregar las donaciones a la ONG Inca Solidaria. Según explicó, posteriormente todo se meterá en un contenedor que será enviado a una asociación que ayuda al pueblo de Siria, pagando desde las Baleares los gastos de transporte.
Nacher calificó como «brutal» la campaña de recogida llevada a cabo hace una semana, cuando el Portmany disputó un partido conmemorativo: «Fue una pasada y hemos tenido la sala de trofeos del club llena. Además de ropa, algunas empresas nos han donado material sanitario y comida envasada. Así, además de mantas, vamos a llevar también algo de ropa de abrigo, medicinas y comida».
El voluntario manifestó que es difícil precisar cuántos kilos de material han recogido en estas dos ocasiones, «aunque llevo la furgoneta hasta arriba».
«La gente te emociona. Te abraza y te da las gracias por hacer esto. El apoyo de los vecinos fue espectacular, incluso en la primera acción y eso que habíamos avisado el día antes», insistió.
Volver a Ucrania
Nacher avanzó también que en mayo volverá a Ucrania, lugar al que ha viajado en dos ocasiones desde que empezó el conflicto armado. «Posiblemente vaya acompañado por más gente de Ibiza. Todo ayuda, pero esta vez estábamos pensando en ir y colaborar sobre el terreno en lo que ellos necesiten», explicó también, recordando que en alguno de sus viajes transportó material de primera necesidad para los ucranianos. «No sé qué me motiva a hacer estas cosas, pero creo que es ayudar. Ahora son Turquía y Siria y antes Ucrania. Uno lo lleva dentro y es difícil sacarlo», concluyó.