Siete bomberos se encargaron de rescatar el miércoles de Tots Sants a un hombre de 66 años que se había caído cerca del Ullal de na Coloms y que tuvo que ser evacuado en litera hasta la ambulancia que le esperaba en lo alto del acantilado. Esta zona al norte de Cala Albarca, conocida por los submarinistas como la Cueva de la Luz, es uno de los puntos calientes en cuanto a rescate de personas heridas se refiere junto a sa Pedrera de Cala d'Hort, denominada vulgarmente como ‘Atlantis'. Según las cuentas de los bomberos de Ibiza, de las 50 actuaciones llevadas a cabo por el Grupo de Rescate Vertical (GRV) en lo que llevamos de año, 14 se han realizado en estos dos lugares, el 28 %.
«Son zonas muy conflictivas. En verano hacemos un rescate una vez a la semana, nos da mucho trabajo. Hemos intentado que las autoridades indiquen la dificultad del recorrido, que adviertan de las precauciones que hay que tomar en cuanto a calzado, medidas de seguridad o evitar las horas más calurosas pero es complicado», señala José Antonio López Casado, caporal del Cuerpo de Bomberos de Ibiza y miembro del GRV.
Cinco horas de media
Unos rescates que suelen durar una media de cinco horas pero que, en caso de tratarse de lugares de difícil acceso y haber personas heridas pueden alargarse hasta las diez horas si es necesaria la ayuda de un helicóptero para su traslado. «En el Ullal de na Coloms hemos realizado evacuaciones en helicóptero, por mar o a pie», apunta el caporal López, quien añade que estos «implican riesgo, mucha dificultad y en verano sufres muchísima deshidratación porque las temperaturas son altísimas».
Muchos de estos rescates se producen por la imprudencia de los evacuados. Unas negligencias que ponen en jaque al Parque Insular de Bomberos de Ibiza, el único que hay en la isla. «El equipo que tienes que movilizar para hacer un rescate es muy amplio. El parque de bomberos se resiente cuando tiene que enviar a tanto personal, porque hay que cubrir al mismo tiempo el resto de emergencias que de la isla: incendios, accidentes de tráfico, otros tipos de rescate… Este verano ha sido duro en este sentido», afirma López Casado.
Coste elevado
Evacuaciones como la del miércoles en Cala Albarca tienen un coste elevado. Una tarifa que puede calcularse con la ordenanza fiscal que regula los servicios que prestan los bomberos y que se aprobó en 2006. Esta ordenanza tiene en cuenta cuántos bomberos acuden al rescate, el número y tipo de vehículos, la distancia a la que está el servicio y las horas que dura la actuación. Así, en un rescate en el Ullal de na Coloms (situado a 14 kilómetros del parque de bomberos) al que acuden seis bomberos (dos de ellos caporales) con dos vehículos y que dura cinco horas, la tarifa sería de 1.238 euros. Un servicio que el afectado no tendrá que abonar en caso de que el servicio tenga riesgo de muerte, como suelen ser la mayoría de los rescates.
En lo que llevamos del año, los bomberos de Ibiza han atendido 840 servicios, de los que un centenar han sido de forma simultánea. «Hoy (por ayer) tenemos una alerta meteorológica que nos puede comprometer a nivel de diversificar los medios que tenemos por diferentes puntos de la isla por caída de árboles, letreros o rescate de personas y bienes. Habrá que hacer distintos equipos de trabajo y esto merma la operatividad del parque de bomberos», añade el caporal López, que ayer estaba como jefe de turno.