La entidad Cáritas Ibiza pondrá en marcha este mismo año un centro de acogida general y otro para permisos penitenciarios. «Esto supondrá un antes y un después en nuestra labor de atención a los más necesitados pues nos permitirá iniciar una nueva andadura en la acogida de personas sin techo, algo sumamente estimulante, pero que a su vez exigirá un importante incremento de plantilla y considerables gastos de gestión», expresó ayer en una carta el director de la entidad en las Pitiusas, Juan Torres.
Según detalló después a este rotativo, en la ONG llevan meses trabajando en la puesta a punto del centro para permisos penitenciarios. Se ubicará en un piso de tres habitaciones que ha sido reformado y está «casi a punto para que pueda ponerse en marcha», insistió el director, quien no precisó fechas para la apertura de este centro puesto que dependen de la asignación de dotaciones presupuestarias y de otros trámites.
«El piso está destinado a permisos, no a estancias largas, por lo que los presos irán rotando. Les proporcionaremos este lugar y, además, asistencia de nuestros educadores sociales, estando bajo nuestros itinerarios», explicó.
En cuanto al centro de acogida general, Torres avanzó que se abrirá en el edificio del Obispado, en el antiguo espacio de acogida municipal, y contará con 19 plazas en total una vez ha sido reformado. «Nosotros en Cáritas nunca hemos tenido un centro de acogida y era una asignatura pendiente», reconoció.
La carta
En una carta difundida este jueves, el director de Cáritas en las Pitiusas, Juan Torres, quiso agradecer a trabajadores y voluntarios de la entidad su «entrega y empatía», así como el «estable compromiso» de los socios y empresas colaboradoras. Entre otras cuestiones, Torres resaltó la aportación de 200.000 euros de Ushuaïa-Hï, lo que permitió a la entidad encarar el pasado año sin arrastrar el déficit de 2022. También agradeció el trabajo de la cadena hotelera Vibra Hotels, que ha involucrado a 20 empresas en la reforma y recuperación de espacios como el centro de acogida.
Torres resaltó que todo ello ha permitido que en 2023 Cáritas Ibiza haya aumentado su actividad, atendiendo a un 19% más de usuarios en comparación con el año anterior. Sólo las entregas de alimentos se incrementaron un 18%, insistió el director.
En su repaso del pasado año, Juan Torres explicó además que habían podido ampliar la plantilla de Betania y mejorar así la atención a los usuarios del centro, mientras que en Can Pep Xico impulsaron nuevos talleres con los que aumentar las posibilidades laborales y de integración de los participantes. Junto a diversas líneas de colaboración suscritas con patronales y empresas en temas de formación, promoción e inserción laboral, Cáritas aumentó el año pasado en un 25% el número de empleos conseguidos para sus usuarios.
En su centro de día y comedor social, y a pesar del aumento de la demanda, mantuvieron el pasado año el nivel de actividad ya que el espacio disponible les impide crecer.
La nave
El director de Cáritas recordó que la intención de la ONG es acometer la construcción de una gran nave en cuanto les concedan la licencia. Su coste ascenderá a 2.000.000 euros y en ella se centralizará toda el área laboral de orientación, formación, talleres e inserción, así como los servicios administrativos de Cáritas y su dirección.
«Es un desafío importante, pero quiero trasladar mi optimismo y la esperanza de poder llevar todos nuestros proyectos a buen fin, pues hay indicios que nos llevan a pensar así», declaró Torres en su misiva, quien resaltó además que en 2023 hubo una «una mayor concienciación de la sociedad pitiusa». En cuanto a la Administración, consideró que se registró también un positivo cambio de tendencia en el Consell, «que opta cada vez más por establecer convenios o contratos en detrimento de las subvenciones, las cuales raramente cubren todos los gastos».