El desprendimiento que sepultó hasta siete casetas varadero, una de ellas ilegal, en la costa de Porroig ha afectado a los jardines del hotel Las Brisas y de una casa particular contigua a este establecimiento. Cabe recordar que el grueso del desprendimiento tuvo lugar entre la noche del martes y la mañana del miércoles pese a que desde este pasado lunes ya se produjeron pequeños desprendimientos. Así lo atestigua este viernes por la mañana Juan Romero, encargado de la empresa que se encarga de los trabajos de mantenimiento del establecimiento que dio el aviso del derrumbe a las autoridades. «A principios de semana hubo desprendimientos pequeños y la mañana de este pasado miércoles vimos que la noche anterior había caído todo», explica Romero.
Respecto a los daños sufridos por el establecimiento hotelero, el encargado de su mantenimiento considera que «no ha supuesto un problema grave para nosotros ya que el hotel no ha sufrido ningún tipo de daño estructural; simplemente se ha desprendido un trozo del acantilado que solo ha afectado a la parte ajardinada». «Los ingenieros están estudiando la manera más adecuada de acometer los trabajos necesarios para estabilizar el terreno», añade Romero.
Felicia Bocú, concejala de Medio Ambiente, Playas y Litoral de Sant Josep visitó este viernes por la mañana la zona afectada junto a técnicos municipales y afirmó que «el lunes por la mañana ya recibimos el aviso por parte de una vecina de que había observado algunos desprendimientos. A partir de ese momento se puso en marcha nuestro coordinador en seguridad de litoral y playa para activar el protocolo con el servicio de Emergencias del Govern». «Al principio eran desprendimientos menores de tierra hasta que este pasado miércoles nos encontramos con el desprendimiento grande que ha sepultado las casetas varadero; solo se ha salvado una», explica Bocú. A partir de ese momento, tal como relata la responsable de playas y litoral, «se procedió al cierre del camino y a la localización de los propietarios de las viviendas afectadas, una de ellas es el hotel».
Respecto a las partes afectadas, Bocú explica que «se ha desprendido parte del jardín del hotel y la zona de barbacoa de la casa, ninguna parte estructural». La concejala mostró cierta inquietud respecto a la zona por la amenaza de «las lluvias que están por llegar, junto a las altas temperaturas que hemos sufrido y la misma naturaleza de la orografía del terreno que dan muchos números para que los desprendimientos puedan continuar».
«Los técnicos de la dirección general de Costas del Govern han estado este viernes por la mañana inspeccionando la zona y están preparando un informe para ver cómo se puede actuar con la mayor rapidez posible», aseguró Bocú, quien añadió que «les hemos instado a actuar con la rapidez que requiere esta situación». Una situación delicada ya que, tal como precisó la concejala, «ha quedado un voladizo de tierra de unos cuatro metros suspendidos» A las seis casetas sepultadas por el desprendimiento, Bocú añade una séptima «que se construyó de manera ilegal y de la que tenemos la denuncia en curso, pero ahora ha desaparecido junto a las otras seis».
Por su parte, la dirección general de Costas del Govern, dependiente de la Conselleria balear del Mar y Ciclo del Agua, explicó este viernes por la mañana que la prioridad ahora mismo es «garantizar que no haya daños personales». A partir de ahí, desde Costas esperan por parte de los técnicos del Ayuntamiento de Sant Josep «una evaluación técnica detallada del área afectada para determinar la estabilidad del terreno y las causas del movimiento y así comprender la magnitud y las características del movimiento de tierra que ha habido». «Una vez se tenga un informe técnico detallado, las administraciones podrán tomar decisiones sobre las medidas a seguir, pero éstas dependerán de la naturaleza del movimiento del terreno», precisaron desde el Govern. En este sentido, adelantaron que «en el peor de los casos y si se determinara que el talud está en peligro de más movimientos se deberán tomar medidas para estabilizarlo».
Los ecologistas del GEN valoraron este viernes que «estos incidentes no son extraños en el litoral y ponen de manifiesto lo peligroso que es ignorar los riesgos naturales, sean cuales sean». Así, advirtieron que «además, con el cambio climático, estas situaciones se irán haciendo más frecuentes y graves por el aumento del nivel del mar y los temporales».
Además, denunciaron que «en Ibiza vamos a la cola de la conciencia en materia de planificación, como siempre y se siguen tramitando infraestructuras absurdas y carísimas, como el paseo de la bahía de Portmany», mientras que en otras localizaciones «están desapareciendo muchos paseos marítimos o directamente se están desmontando». «En Ibiza cada vez hay más riesgos asociados a climatología adversa (temporales, incendios, inundaciones y sequías) para que las administraciones sigan completamente al margen de la realidad y el sentido común, centradas únicamente en favorecer la especulación» ,concluyeron desde el GEN.