Si en algo coinciden los cientos de musulmanes residentes en Ibiza y Formentera es que este año Gaza estará muy presente en todos sus rezos de Ramadán. El mes sagrado para esta comunidad se inició este lunes aportando a todos sus miembros una gran alegría.
Abdulaziz Haouari, representante de la comunidad en Santa Eulària, explicó que este año han podido instalar una carpa para unas 200 personas junto a la pista de atletismo del complejo deportivo municipal. Todas las noches, una vez ha caído el sol y las familias rompen el ayuno, se reunirán en la carpa para rezar, muy especialmente este año por los ciudadanos de Gaza.
«Estamos todos unidos en esto. Vamos a rezar por ellos», comentó Haouari.
Este vecino de Santa Eulària aprovechó para explicar también que diferentes estudios realizados han demostrado cómo durante el mes de Ramadán, y a diferencia de lo que muchos puedan pensar, los musulmanes rinden en sus trabajos hasta un 30% más. Una mayor motivación, más concentración y evitar los descansos habituales para comer o desayunar, pueden estar detrás de estos resultados.
Especialmente contento se sentía ayer Ismail, quien aseguró además que «estamos acostumbrados al ayuno» puesto que se preparan para ello mentalmente durante semanas «y el tiempo pasa sin problemas». Este musulmán se sentía también feliz pensando en los más pequeños, «que están muy contentos y en el colegio los profesores respetan mucho a aquellos que quieren hacer Ramadán».
Para Abdullah Zefzaf, otro musulmán residente en Ibiza, este año el mes sagrado empieza «con un poco de tristeza por el tema de Gaza», aunque «Ramadán precisamente es para sentir lo que puedan estar pasando nuestros hermanos».
En los últimos días, y con motivo del inicio de la celebración, Abdullah explicó que en mezquitas como la de Figueretes habían aprovechado para realizar algunos trabajos de pintura o sustitución de las alfombras. En su familia, y como manda la tradición, también se habían estado preparando los dulces y platos tradicionales para estos días.
Leer el Sagrado Corán, reflexionar sobre las diferentes acciones que uno haya podido cometer e incluso utilizar menos el teléfono móvil durante estas semanas, son algunas de las iniciativas que muchos llevarán a cabo en este mes sagrado.
«Mucha gente sólo mira que no podamos comer o beber, pero estamos acostumbrados y lo importante es la parte espiritual», comentó.
Como todos los años, Fátima y su familia aguardaban con alegría la cena de Ramadán, una vez pudieron romper el ayuno. Una sopa, dátiles para tener más energía o los tradicionales dulces, no faltaron en la mesa de esta vecina de Ibiza de origen marroquí. Tras acudir después al rezo nocturno, Fátima y su familia tenían previsto volver a comer algo de fruta o algún flan y así, durante 30 días.
En Baleares, más de 60.000 personas comenzaron este lunes su mes más sagrado, dando cumplimiento a uno de los cinco pilares del Islam.