La isla de Ibiza ha amanecido este viernes con un cielo despejado, rachas de viento relativamente flojas en comparación con la jornada anterior y rozando los 20 grados de temperatura. Pero este panorama meteorológico ha ido cambiando a lo largo de la mañana. Y es que la pitiusa mayor ha quedado cubierta por un manto blanco de polvo.
Según ha explicado este viernes por la mañana la Agencia Estatal de Meteorología, «la carga de polvo en capas altas de la atmósfera es muy evidente en estos momentos». Esto se debe a la entrada de polvo africano que se encuentra en las capas altas de la atmósfera. La concentración de este polvo llegará a su máximo este viernes a medianoche, han detallado.
Desde Aena informan que, por el momento, no se están registrando incidencias en la operativa de vuelos por este fenómeno meteorológico.
De cara a la jornada de este sábado, el polvo en suspensión «se irá retirando hacia el oeste con el paso del frente y dejando algunas deposiciones húmedas en forma de barro durante la mañana», han concretado desde la Aemet.
¿Qué es el aire sahariano?
Una masa de polvo africano, también conocida como la 'bruma seca africana' o 'aire sahariano', es una capa de partículas finas de polvo que se levanta desde el desierto del Sahara en África y es transportada por los vientos hacia otras regiones, especialmente en el Atlántico tropical y el Caribe.
Estas masas de polvo son formadas por la combinación de partículas minerales, como arena y arcilla, así como también materia orgánica, y son impulsadas por los vientos alisios del noreste que se desplazan hacia el oeste a través del Atlántico.
Estas masas de polvo pueden ser transportadas miles de kilómetros a lo largo del océano. Estas partículas de polvo pueden contribuir al enriquecimiento de los suelos en otras regiones, ya que contienen nutrientes como hierro y fósforo que pueden ser beneficiosos para la fertilidad del suelo. Además, pueden influir en la formación de nubes y en el ciclo del agua en algunas áreas.
Por contra, como efectos negativos la presencia de polvo africano puede afectar la calidad del aire en las regiones afectadas, causando problemas de salud respiratoria, especialmente en personas con condiciones preexistentes como el asma. Además, pueden reducir la visibilidad y afectar la calidad de la luz solar, así como también tener impactos en la salud de los ecosistemas marinos al depositarse en el agua del océano.