Acabado el turno de tarde sobre las 21.30 horas, los funcionarios de la cárcel de Ibiza quisieron evidenciar este martes por la noche con una caminata la necesidad de contar con el servicio de transporte hasta la prisión que les será retirado el próximo día 31 de mayo.
Los trabajadores escenificaron así los riesgos que podrán sufrir desde ahora durante este recorrido debido a la sorprendente decisión de los servicios centrales de Madrid. Caminos completamente a oscuras y sin arcenes para andar son algunos de esos peligros.
«El director de la cárcel nos ha dicho que él lo ha intentado. Ha remitido un informe para comunicar cómo están los accesos y las dificultades para llegar hasta el centro penitenciario. Sin embargo, desde Madrid le han dicho que no hay fondos y que las ofertas que se habían presentado al concurso eran demasiada caras», explicaron fuentes sindicales.
Los trabajadores recordaron que el servicio de transporte público era una prestación que se les venía ofreciendo desde hace años, ya no sólo para compensar los elevados gastos que supone ser destinado a Ibiza, sino que décadas atrás, cuando fueron escogidas las ubicaciones de muchas prisiones, se optó por lugares apartados por un tema de seguridad. Entonces, se pactó con los sindicatos la prestación de este servicio «puesto que además las cárceles suelen estar en zonas de difícil acceso, sin transporte público, y en el caso de Ibiza se suma a ello el problema de la vivienda y todo lo demás. Además, no hay forma de aparcar en la prisión si uno va con su vehículo porque existe un aparcamiento muy pequeño».
Los sindicatos reconocieron que los trabajadores sienten indignación al perder un derecho ya adquirido, contemplado además como una retribución. «Nos lo han quitado sin dar explicaciones», insistieron.
Los funcionarios criticaron que las instituciones se llenan la boca hablando de medio ambiente y sostenibilidad, recomendando evitar el uso del vehículo privado, aunque después eliminan facilidades «para contaminar menos y reducir el tráfico».
El pasado 2 de mayo, nada más conocer la decisión, los funcionarios de la cárcel de Ibiza ya anunciaron la convocatoria de algún acto de protesta y aprovecharon para denunciar las dificultades existentes a la hora de completar plantillas.