La temporada alta turística ya está oficialmente instaurada en toda la isla. Aunque las previsiones daban a entender que este año sería mejor que el anterior, las sensaciones de algunos trabajadores de Sant Antoni son todo lo contrario. Asimismo, el tipo de turismo se creía que era diferente a lo que suele llegar, pero el más enfocado a la fiesta sigue predominando.
«Este mes ha sido bastante flojo. La temporada pasada fue mucho mejor y esta temporada parecía que iba a ser más buena, pero pasa lo mismo de siempre: cuando dicen que irá mejor tiene pinta de que suben los precios y la gente no viene a último momento», asegura Marisa de Lamo, propietaria del Souvenir Miramar, quien apostilló que el volumen puede ser de un 20% menos que el año pasado. «Abril fue mucho mejor que el año anterior, pero estos dos últimos meses no ha ido mejor», añadió De Lamo.
Las cifras se muestran menores a lo esperado, pero algunos turistas jóvenes se dejan ver, como Inés Cervera, Paula Cervera, Nataly Castaño y Nuria Santa Cruz, quienes vienen por primera vez a Ibiza. «Estamos hospedadas en la bahía y hemos cogido ahora un barco para ver varias calas», explicó una de ellas, además de comentar que también han acudido a alguna fiesta más famosa de la isla.
Cifras de 2019
«La temporada está siendo un poco rara, parecida a 2019, por lo que ha disminuido en cuanto al año pasado», explica Gonzalo, un taxista de Sant Antoni, quien confirma que el tipo de turista que viene se dirige a las discotecas y que el trabajo llega más por las tardes. «No es lo que había otros años», cuenta este taxista, quien espera que el pronóstico para este mes de julio sea mejor al haberse iniciado ya la temporada alta.
Por su parte, María, taxista de Sant Antoni, coincide con el dato que su compañero ofrece sobre que las cifras se asemejan a 2019. «Nos habían vendido que la temporada iba a ser fuerte, pero todo lo contrario. Estamos comenzando a arrancar ahora», señala María. «Hemos tenido dos años muy fuera de lo normal porque la gente tenía más ganas de salir, pero hemos vuelta a la normalidad, aunque nos habíamos acostumbrado a mucho volumen de gente», indica esta taxista, que remarca que han vuelto a un ritmo más común.
Los restaurantes también son uno de los establecimientos que más turismo recoge. Mickey Garino, empleado en La Cantina Portmany, confiesa que la temporada es irregular. «Mucha gente apunta que los precios son altos. Algunos clientes me han dicho que antes podían venir entre una semana y 10 días, pero que ahora vienen tan solo por tres días», detalla Garino.
No todo está tan mal
Marisa, empleada en un souvenir admite que, bajo su criterio, la temporada ha comenzado mejor que el año pasado, aunque desde que se celebra la Eurocopa hay un descenso. «Creía que habría este año menos gente, pero la verdad que hay más», admite la trabajadora.