El conocido psiquiatra Miguel Ruiz-Flores alerta: la soledad se ha convertido en uno de los problemas más frecuentes entre la sociedad. Por tanto, no es descabellado pensar que, lejos de lo que pueda parecer, las fiestas navideñas son una auténtica tortura para muchas personas.
Siguiendo una serie de pautas, los ciudadanos pueden sentirse algo mejor durante estos días. Ruiz-Flores recomienda establecer expectativas realistas y combatir esa «especie de obligación de sentirse feliz las 24 horas del día, algo incompatible con la vida real».
Intentar cumplir con todo el mundo y tratar de quedar bien con todos los amigos y familiares si se viaja fuera no es nada aconsejable puesto que hay que evitar «ir todo el día acelerado» y sentirse agobiado durante estas fiestas.
Para aquellos que han sufrido una pérdida a lo largo del año, las Navidades son también un momento complicado. El psiquiatra explica que muchos viajan a países donde las fiestas no se celebran, aunque otras personas encontrarán consuelo en la Navidad.
«Depende mucho del tipo de pérdida y de cómo es cada uno», reconoce.
«Practicar el autocuidado es el mejor consejo, estableciendo una actividad relajante o significativa para uno mismo y dedicar tiempo a las actividades que gustan. También, leer antes de dormir es muy relajante», aconseja el psiquiatra.
No consumir drogas o alcohol durante es otra pauta importante a cumplir durante estos días.
En relación a las Pitiusas, Ruiz Flores resalta cómo, siendo de fuera, es «difícil» quedarse en la isla a pasar las fiestas si uno está solo, aunque lo cierto es que la sociedad local es hospitalaria e intenta acoger a conocidos que puedan encontrarse en esa situación.
Sobre si el número de suicidios puede aumentar durante las Navidades, el experto considera que «es un mito común» que en estas fechas se registren más casos. De hecho, la tasa tiende a ser menor durante estas semanas, posiblemente debido al apoyo social y a las tradiciones que actúan como factores protectores.
«Estas fiestas son muy duras para mucha gente, sobre todo por la obligación que nos imponen de estar feliz. Si uno no se siente feliz, no pasa nada», reitera.
El psiquiatra aconseja además no hacer ningún caso a las redes sociales puesto que allí sólo se muestra lo bueno, cuando normalmente nada es lo que parece.